El regreso de los que se fueron
Como un oído inmenso, sus corazones escucharon el llamado. En ese momento estaban lejos, andaban sin recuerdos, tratando de olvidar el camino de regreso, de hablar otra lengua, sin cordón umbilical y sin fuerza: como unas hojas por el mundo dispersas.
=o:X:o=
Pensaron que cuando regresaran nadie los reconocería. Que ellos no reconocerían el lugar, su casa, las calles por donde solían caminar: los espacios cambian en un parpadeo atroz y final. Extrañamente, cuando hicieron las maletas y comenzaron a caminar sintieron una alegría, así que siguieron caminando de manera incierta, pero decidida. A pesar de ese lento caminar, todos iban, aceptando el llamado que el país les hacía.=o:X:o=
Al llegar vieron el tormento, el castigo, cómo les habían arrebatado la libertad. Los umbrales destrozados, la invasión callada, los panes amargos de la maldad. Vieron a sus hermanos muertos, la tierra fatigada por aquella guerra descomunal. Entonces, en mitad de las ruinas, lo que se habían ido y que acababan de llegar, tomaron las armas y junto a los hermanos que aun quedaban, comenzaron a luchar.=o:X:o=
¡¡Más allá de lo que ha perdido, aquel pueblo ya logró ganar!! Los hijos que se habían ido, al escuchar el llamado de la patria, han querido regresar. Se dieron cuenta que de aquello que verdaderamente aman, nunca se podrán separar y que aunque regreses después de mil años, y encuentres todo distinto, aquel amor por lo que es tuyo permanece igual.
Pensaron que cuando regresaran nadie los reconocería. Que ellos no reconocerían el lugar, su casa, las calles por donde solían caminar: los espacios cambian en un parpadeo atroz y final. Extrañamente, cuando hicieron las maletas y comenzaron a caminar sintieron una alegría, así que siguieron caminando de manera incierta, pero decidida. A pesar de ese lento caminar, todos iban, aceptando el llamado que el país les hacía.
Al llegar vieron el tormento, el castigo, cómo les habían arrebatado la libertad. Los umbrales destrozados, la invasión callada, los panes amargos de la maldad. Vieron a sus hermanos muertos, la tierra fatigada por aquella guerra descomunal. Entonces, en mitad de las ruinas, lo que se habían ido y que acababan de llegar, tomaron las armas y junto a los hermanos que aun quedaban, comenzaron a luchar.
¡¡Más allá de lo que ha perdido, aquel pueblo ya logró ganar!! Los hijos que se habían ido, al escuchar el llamado de la patria, han querido regresar. Se dieron cuenta que de aquello que verdaderamente aman, nunca se podrán separar y que aunque regreses después de mil años, y encuentres todo distinto, aquel amor por lo que es tuyo permanece igual.
Que bonita escritura. Saludos. Muchas gracias por compartir.
Gracias por tu lectura y comentario!
Acabo de ver en televisión como hombres con sus esposas e hijos llegan hasta la frontera con Polonia solo para dejarlos ahí y ellos irse a combatir por su país. Es una imagen miserable.
Así mismo es!! Aunque da dolor y tristeza, la acción de los civiles, y de los ucranianos en general, causa orgullo. Mientras existan ciudadanos de este tipo, existirá la esperanza. Gracias por tu lectura y comentario.
@silentbot star 2
Gracias, amigos!!
Yuuuuuupi, amigos!! Agradecida siempre por vuestro apoyo: Gracias, gracias, gracias