El automatismo psíquico, como le gusta llamarlo a Juan Calzadilla, es una técnica de poesía surrealista que busca suprimir la razón de la creación, y dejar que la mente se desborde sobre la página de manera libre.
Al principio es súper incómodo, precisamente porque uno busca darle sentido a la composición. Mis primeros intentos fueron bastante incoherentes y breves, aunque salieron cosas que no suelo usar en mi estilo consciente de escritura -cosa que también pasó con este texto-.
Por experiencia, me he percatado que se va mejorando en la técnica a medida que la prácticas. Yo llevo cuatro años y medio ejercitando de vez en cuanto esta modalidad, y le he sabido sacar provecho.