¿Existe algo como un mundo, o un ser en el interior en nosotros? ¿ Cómo está conformado y qué implicaciones tiene en mi vida? ¿Es algo que puede mantenerse en orden o en desorden?.
Vamos a compartir una serie de artículos sobre el tema desde una perspectiva cristiana y bíblica que puede ser muy edificante. Espero que me acompañen en este descubrimiento sobre nuestro mundo interior y cómo tenerlo en orden.
La Existencia de un mundo dentro de mi..
A esa parte privada de nuestra propia existencia, donde nos conocemos tal cual somos, donde se desarrolla nuestra autoestima, valores, motivaciones; donde se forjan nuestras decisiones y compromisos. Al sitio donde se lleva a cabo nuestra relación con Dios y con el mundo espiritual. A esta la llamaremos “Mundo Interior” para efecto de nuestro estudio. El concepto lo he tomado y adaptado del libro: “Ponga orden en su Mundo Interior” de Gordon Mcdonald. El cual estaré estudiando y en cierto modo “reinterpretando” para extraer conclusiones que me permitan aplicar a mi vida y compartir con ustedes en un proceso de recibir - dar, que sé, puede ser muy productivo.Lo cierto es que hay una parte de nuestro ser que no es visible directamente pero que lo que ocurre en ella influencia directamente nuestro desenvolvimento casi total.
Consideraciones sobre nuestro “Mundo Interior”.
1. Su condición y estado ideal es: Ordenado.
Esto es una doble consideración ya que significa que con esto también entendemos que puede estar desordenado, lo cual vendría a ser su condición no ideal. Pero ¿que implica un mundo interior en orden o en desorden? ¿Cómo se evidencia esto en nosotros? ¿Cómo se avanza desde una condición hasta la otra? Ya lo iremos descubriendo.
2. Es un aspecto muy descuidado por las personas.
La sociedad actual produce mucho más material y pone mucha más atención al orden de factores externos de nuestra vida tales como; administración del tiempo, de las finanzas, manejo de las relaciones, entretenimiento, etc, etc. Quizá esto se deba a la falta de comprensión de lo que el mundo interior implica y al evidente materialismo y consumismo actual, el cual lleva a un estilo de vida más motivado e impulsado por los logros y por los resultados de carácter tangible.
3. Es el lugar donde Cristo elige vivir.
Comprendo que muchos lectores esta parte la considerarán como un aspecto meramente religioso pero como el enfoque será desde la perspectiva cristiana, debo decirlo que cuando una persona cree en Jesús y lo invita a su vida, no lo está invitando a un espacio físico, sino a un espacio intangible que se encuentra en su interior y que desde ese espacio comenzará su operación de transformación de la vida interna de ella, lo cual pronto se dejará ver en los demás aspectos.
4. Organizarlo es algo de toda la vida y a la vez algo cotidiano.
El proceso de ordenar el mundo interior no es algo que haremos el lunes por la mañana de cada semana o la primera semana del año, para luego recoger los resultados. No es así, este involucraría hábitos del dia a dia y una transformación constante del pensamiento y motivaciones, pero será un viaje de esos en los que se puede disfrutar el camino mientras lo estemos recorriendo.
5. La tendencia del mundo interior es hacia el desorden.
Éste ofrece resistencia a Cristo y a toda su obra necesaria para la ordenación del mismo. A esta resistencia podemos llamarla pecado y su objetivo es mantener un desorden en el cual las motivaciones incorrectas y los valores errados puedan permanecer ocultos y salir a la superficie en cualquier momento de descuido o de debilidad.
Planteo estos cinco puntos antes de profundizar en los detalles del tema, ya que los mismos nos hacen conscientes de que Nuestro mundo Interior es un lugar determinante para nuestro crecimiento integral como personas y que no debe ser descuidado porque el mismo por naturaleza siempre tenderá a estar en desorden y hemos de trabajar con ahínco en la lavor diarimente, y aunque la sociedad actual no nos favorece en esta lucha, podemos estar tranquilos; Tenemos un aliado que habita este mundo que nosotros no podemos ver, y que si lo dejamos en sus manos, Él lo convertirá en su hogar y en el mejor lugar para vivir.
Gracias por Leerme espero reencontrarnos muy pronto.
Excelente artículo, muy conciso y bien delimitado. Dice mucho y deja claro importantes aspectos inherentes al "Ser".
Este, tu enfoque, es quizás llevado adelante desde un punto de vista menos convencional, proponiendo la presencia de Jesús en un lugar en donde otros menos dispuestos a desafiar tendencias recientes, colocarían definiciones tales como "Conciencia", "Psiquis", "Intelecto" y afines. Yo aplaudo que hayas colocado sin remilgos al Cristo en esa función indudable suya de necesario tutelaje y encaminamiento para con nosotros. Entiendo que es una reinterpretación de un escrito de G. McDonald, pero se aprecia perfectamente tu gnosis relativa a la espiritualidad basada en Jesús como indudable sendero. Saludos, buen trabajo!
Muchas gracias a usted porque su comentario me da una amplia vision de como puede ser interpretado mi escrito y comprobar que en efecto pude comunicar lo que realmente quise decir. Y me contenta mucho más que le agradara, y ojalá tambien le sirva. ¡Ah! y pues sí es la tendencia darle al hombre una preeminencia sobre Dios en lo que son los asuntos practicos y privados de la vida, pero yo he procurado humildemente "darle al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios".
Un abrazo.