Hola querida gente de hive y de esta hermosa comunidad, estamos de vuelta con otro pequeño y divertido relato sobre gemelas; hace un tiempo no publicamos, pero ya es hora, esperamos lo disfruten.
En un mundo de gemelos(as) una de las cosas divertidas de tener un “igual” es que tu hermana(o) se haga pasar por ti. El confundir a la gente resulta interesante para dos personas que compartieron placenta en el vientre de su madre; ya sea en situaciones sociales, solo se ven dos maneras de jugar un divertido juego de gemelos(as):
- Tu hermano te pide que te hagas pasar por el con previa anticipación
- Simplemente la cosa solo fluye y la persona te confunde.
Al ser gemela serán muy pocas las veces que alguna persona no te llegue a confundir, aún si dice que te conoce bien, en algún punto de su tiempo contigo se habrá confundido. Bien, en este post queremos dar nuestro punto de vista al hacernos pasar por la otra.
Comenzando en nuestra niñez; resultábamos en desventaja al tratar con este pequeño juego, (le diré “juego”), ya que a mi hermana y a mí siempre nos diferenciaban por una cosa, (como en cualquier par de gemelos, siempre hay una diferencia); la nuestra era pues la contextura, una era más gorda y otra más delgada, y en su mayoría averiguaban quien era quien. Sin embargo, no todos podían... En segundo grado la profesora siempre nos confundía, por eso un día se nos ocurrió cambiarnos de puesto a ver qué tal. En la mañana no logró saber de nuestra pequeña travesura, pero después de recreo, nuestros compañeros que ya habían caído en la cuenta de que nos habíamos cambiado, y como les gustaba fastidiarnos, comenzaron a gritarlo por todo el salón. Ese fue el fin de nuestro cambio.
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Aunque pequeño pero divertido, después de ese cambio no volvimos a tratar de pasarnos por la otra en primaria. El bachillerato fue otra historia, y les digo que no tenía la intención fue algo que solo sucedió. Para ese entonces, mi hermana había perdido su reloj en el colegio (actualmente ella pierde todo) en esa ocasión lo habíamos buscado por todas partes: baños, salones, pasillos, el patio del recreo, cuando de repente a mí se me ocurre ir a verificar en coordinación (ella no quiso porque le daba pena) y resulto que evidentemente ahí estaba, puesto que lo habían recogido y llevado ahí. Al preguntar por el reloj la encargada asumió que yo era la dueña y como no quise corregirla seguí el juego (no sin antes bajarme disimuladamente la manga de mi suéter para que mi propio reloj no se viera). Aquí me hice pasar por mi hermana sin ser descubierta por nadie. ¡Éxito en la misión!.
Actualmente mi hermana y yo tenemos la misma contextura, y hacernos pasar por la otra es habitual especialmente en llamadas telefónicas y en el trabajo; como trabajamos en el mismo lugar siempre nos saludan, pero nosotras no llegamos a saber quién es el que nos saluda y resulta que son personas que conocen a la otra y no saben que somos gemelas; es todo un enredo. Incluso nuestra propia madre nos confunde más que antes; y esto resulta divertido porque si me llega a regañar por algo que no le parece (sí, a pesar de ser mayor todavía me regaña) simplemente digo que no soy yo que es con la otra. Resulta útil en cualquier ocasión.
Bueno gente espero que les allá gustado el post, constantemente nos encontramos con personas que se preguntan a sí mismas y a nosotras como es tener una gemela, con estos apartados podemos darles una pequeña respuesta. nos leemos luego gente, puede que en otro relato de gemelas.