El mundo lo cambias en estados de felicidad
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Entonces de felicidad me voy, que no de gripe. En estos tiempos, que resulta harto difícil sentirse feliz, sobre todo, cuando volteas y miras a tu alrededor los rostros de la miseria campear, como que cuesta compartir nuestros estados de felicidad con ese sufrido. Los hay quienes lloran y se quejan hipócritamente, lo hacen dizque para servir de consuelo, con el argumento de que pena les da expresar cualquier atisbo de felicidad, de gozo con quien sufre. Bien, déjeme decirle que Jesus de Nazareth no trajo el Kerigma o anuncio con cara arrugada de dolor, de sufrimiento, no, para nada. En Juan, 15:11; 17:13; 16: 20-22; asi como en Lucas 10:21; 15, 5-7, expresan estos evangelistas la felicidad y el gozo de Jesús. En su expresión y lenguaje, con sus analogías con sentido metafórico, parábolas llevaba la ironía de las contradicciones de su tiempo de penurias, expoliaciones y esclavitudes. La ironía tiene mucho de humor y el humor no lo producen los infelices.
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Las solemnidades y circunspecciones, en torno al Mesías, las fabricaron las religiones. Jesús comía y bebía vino con sus discípulos, se autoinvitaba a comer, de ahí surge su fama de comilón y borracho (Lucas 7, 34). Entonces, la Buena Nueva que nos trae el Hijo de Hombre está envuelta en felicidad. Nótese que aun cuando nació en la zona mas accidentada y desértica del planeta, donde nacer y morir iban en el mismo tiempo, azotados por la lepra, la arena desértica y todo tipo de calamidades. Nada diferente de eso sucedia en esas comunidades de Judea, Canaan, Israel. Cuentan que uno de los centuriones enviados por Roma se quejaba del hastío en que vivía, nada diferente sucedía, y mientras lo decía pasaba por su ventana, nada mas y nada menos que Jesús de Nazareth.
Imagen de familia
Entonces, estimados lectores, no se inhiba de dar muestras de sentirse feliz, si es que así se siente y tiene razones para estarlo. Aun cuando se esté en presencia de un sufriente ser, demuestre estar feliz, sin temor, hágalo. Nadie se pega del infeliz, por el contrario es repelido, estorba por tóxico, como el griposo contagia de malestares los ambientes. Sembrar esperanzas pasa porque quien la siembre esté sano y se sienta feliz, de lo contrario por estar usted en el club de los infelices, contagia requiebros y desesperanzas, y para cambiar al mundo esos no sirven.
Los quiero felices, estimados amigos de HIVE, y que les haya gustado este post.