“Espera, que espera con tu kétchup Heinz”, era el estribillo de una vieja publicidad televisiva, de la reconocida marca Heinz, enfocado en su producto más valorado por millones de seguidores en el mundo: su salsa de tomate (kétchup) envasada, lista para comer. En la publicidad, un niño volteaba la botella, si mal no recuerdo sobre una hamburguesa, mientras esperaba pacientemente a que la preciada salsa bajara con mucha lentitud.
Esperar es un estado latente de la expectativa. Dice la consigna popular, el que espera, desespera, porque mientras esperamos se abre el compás del resultado que puede ser positivo o negativo, en el caso del ejemplo, el niño la tenía fácil, sabía de antemano el resultado, trascurrido el tiempo, finalmente saldría lo que estaba esperando.
Ahora bien, nosotros como emprendedores, sabemos que esperar lleva implícito una de las fortalezas del emprendedor, la paciencia, porque por mucho que nos hayan vendido la inmediatez, la experiencia nos dice que no todo da resultados inmediatos, que la mayoría de las cosas requieren de nuestro trabajo, dedicación, esfuerzo y constancia para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto.
Otro aspecto que tiene la espera es que nos produce esa sensación apremiante de que estamos perdiendo el tiempo y eso generalmente lo asociamos a flojera, vagancia, apatía, sin embargo, dependiendo de la perspectiva, nuestra espera puede ser activa, aquella donde reconocemos que, en un punto determinado, llegó el momento de la pausa.
Entonces, ¿Cuándo es el momento de esperar? Hace ocho años realicé una formación en crecimiento personal llamado Círculo de Realización Personal (CRP) y entre sus maravillosas estrategias está una gran pregunta: ¿Qué es ser positivo? Y su respuesta, concreta y poderosa: Esperar siempre el mejor resultado.
¿Sabemos, cuándo es el momento de esperar o, nos desesperamos en el proceso porque no vemos los resultados inmediatamente? Si nos desesperamos estamos derrochando una valiosa energía que bien pudiéramos canalizarla en otros objetivos que fortalezcan nuestro proyecto, al tiempo que reconocemos que para algunas acciones de nuestro plan, llegó el momento de esperar.
Tomando el plan de acción como un todo conducente a la meta, cada renglón de este plan: publicidad, mercadeo, inversión, conocimiento, entre otros, cada uno tiene sus propios objetivos generales y específicos y estos a su vez llevan a las estrategias que nos planteamos para alcanzarlos.
Una vez que has puesto todas las estrategias en marcha, que has hecho lo que tenías que hacer, llegó el momento de la dulce espera, un tiempo que debe estar delimitado en tus objetivos y que es necesario para que genere resultados y poder evaluar su efectividad.
Durante este periodo de espera tiene poco sentido, insistir, empujar, presionar, pues eso solo nos lleva al desgaste emocional y físico, así que: descarga, suelta y espera el mejor resultado y mientras lo haces enfoca tu energía en otro punto, en otros objetivos, dentro del mismo emprendimiento o en tu área personal que siempre será para sumar, tu mente y cuerpo te lo agradecerán.
Como dijo el nigeriano, Ogwo David Emenike, «Esperar es una forma de persistencia pasiva» Ver . En el sentido en que he abordado el tema, mientras esperamos no estamos dejando de hacer, estamos dejando que cada acción realizada ponga en marcha el engranaje y en un movimiento sincronizado y constante, el proceso comience a producir sus resultados.
Adicional a ello, me parece que cada tiempo de espera que respetemos nos fortalece la paciencia, nos permite tener una visión más clara de los procesos que vamos realizando y nos hace más inteligentes emocionalmente, ya que vamos aprendiendo a manejar nuestras emociones para no caer en el estrés, la ansiedad o el desasosiego.
In English
“Wait, what a wait with your Heinz ketchup”, was the refrain of an old television advertisement, from the renowned Heinz brand, focused on its most valued product by millions of followers around the world: its ready-to-eat packaged ketchup. In the advertisement, a boy flips the bottle, if I remember correctly, over a hamburger, while patiently waiting for the precious sauce to go down very slowly.
Waiting is a latent state of expectation. The popular saying goes, he who waits, despairs, because while we wait, the compass of the result opens, which can be positive or negative, in the case of the example, the boy had it easy, he knew in advance the result, after some time, finally what he was waiting for would come out.
Now, as entrepreneurs, we know that waiting implies one of the strengths of the entrepreneur, patience, because no matter how much we have been sold immediacy, experience tells us that not everything gives immediate results, that most things require our work, dedication, effort and perseverance to achieve the goals we have set.
Another aspect of waiting is that it gives us that urgent feeling that we are wasting time and that we generally associate it with laziness, laziness, apathy, however, depending on the perspective, our waiting can be active, the one where we recognize that, at a certain point, it is time to pause.
So, when is it time to wait? Eight years ago I took a personal growth training called Circle of Personal Realization (CRP) and among its wonderful strategies is a great question: What is it to be positive? And its answer, concrete and powerful: To always expect the best result.
Do we know when it is time to wait, or do we despair in the process because we do not see the results immediately? If we despair, we are wasting valuable energy that could well be channeled into other objectives that strengthen our project, while recognizing that for some actions of our plan, it is time to wait.
Taking the action plan as a whole leading to the goal, each line of this plan: advertising, marketing, investment, knowledge, among others, each has its own general and specific objectives and these in turn lead to the strategies we set out to achieve them.
Once you have put all the strategies in place, once you have done what you had to do, it is time for the sweet wait, a time that must be delimited in your objectives and that is necessary to generate results and to be able to evaluate its effectiveness.
During this waiting period it makes little sense to insist, push, push, press, because that only leads to emotional and physical wear, so: download, release and wait for the best result and while you do it focus your energy on another point, in other objectives, within the same venture or in your personal area that will always be to add, your mind and body will thank you.
As the Nigerian, Ogwo David Emenike said, “Waiting is a form of passive persistence” Ver. In the sense in which I have approached the subject, while we wait we are not stopping doing, we are letting each action taken set the gears in motion and in a synchronized and constant movement, the process begins to produce its results.
In addition to this, it seems to me that each waiting time we respect strengthens our patience, allows us to have a clearer vision of the processes we are carrying out and makes us more emotionally intelligent, since we learn to manage our emotions so as not to fall into stress, anxiety or uneasiness.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
Fuente de imágenes: Creadas con Canva
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