foto original tomada en el Gran Teatro de la Habana, junto a Herbie Hancock
En el año 2010, junto a un amigo, decidimos crear mi propio estudio de grabación. Era uno más de los tantos del barrio, muy modesto. Lo construimos con materiales desechables que encontramos en establecimientos. ¡Incluso en los basureros!
Cobrábamos apenas $3 por producción musical. Este precio incluía grabación, mezcla y masterización, un servicio completo que, honestamente, no reflejaba la calidad que ofrecíamos. La estrategia de marketing era prácticamente inexistente; éramos más bien un dúo de entusiastas sin rumbo claro.
La realidad del negocio
Sinceramente, nuestro estudio era conocido como uno de los peores del barrio. Sin embargo, no nos faltaban clientes. La mayoría eran cantantes amateurs y reguetoneros que buscaban una forma rápida y económica de grabar sus canciones. Luego las cantaban en sus fiestas undergound (ciudalelas) donde decenas de jóvenes se reunían para cantar y bailar al ritmo de nuestras producciones. El ambiente estaba cargado de alcohol, risas y, a veces, hasta peleas al final de la fiesta.
Ese era nuestro nicho.
Mi carrera parecía estar en picada antes de siquiera despegar.
Lo más frustrante era que no sabía cómo salir de esa situación. Pero en lugar de rendirme, decidí actuar. La mayoría de las veces, cuando te encuentras atrapado, lo mejor que puedes hacer es simplemente tomar acción en cualquier dirección.
El valor de dejar ir lo viejo
Dejar atrás lo que no funciona requiere valor. Es necesario despojarse de lo viejo para dar paso a lo nuevo. En mi caso, eso significó alejarme de una entrada segura de dinero y buscar nuevas oportunidades. Durante siete largos años, mi camino estuvo lleno de aprendizajes y experiencias que parecían no llevarme a ningún lado. Pero cada paso que di me acercaba más a mi destino.
Trabajé en diferentes lugares: una compañía de danza, un pequeño teatro y un club de jazz. Cada experiencia fue una lección invaluable que me preparó para lo que estaba por venir.
Día Internacional del Jazz. La Habana 2017. Fuente: Diario de las Américas
El encuentro con Herbie Hancock
Finalmente, ese mismo destino me llevó a compartir escenario con Herbie Hancock, uno de los mejores pianistas y compositores de todos los tiempos. Este momento fue el clímax de mi trayectoria: pasar de ser un aficionado confundido a convertirme en un sonidista reconocido a nivel profesional.
Me gustaría hacer hincapié en la parábola:
De ser un confundido aficionado de la música.
A convertirme en un sonidista al más alto nivel.
De grabarle a reguetoneros medio analfabetos.
A trabajar con un gigante de la música.
¿Qué fue lo que cambió? No fue solo el destino; también fue mi perseverancia y preparación constante.
La importancia de la preparación
La preparación es clave en cualquier camino hacia el éxito. No importa si hoy tu negocio parece ser la solución más barata o si te sientes atrapado en una situación desfavorable. Lo esencial es confiar en el proceso y llenar ese vacío con esfuerzo y dedicación.
No me rendí; seguí preparándome y aprendiendo todo lo que podía sobre mi oficio. Cada día era una nueva oportunidad para mejorar mis habilidades y ampliar mis conocimientos.
Conclusión
Hoy puedo decir con orgullo que mi viaje ha sido increíblemente gratificante. En ese mismo evento (el Día Internacional del Jazz en La Habana 2017) tuve la suerte de trabajar con otros gigantes del arte como Quincy Jones, Chucho Valdés y Esperanza Spalding. Esto no solo fue un sueño hecho realidad sino también una prueba tangible de que la perseverancia y la preparación dan frutos.
Si estás pasando por un momento difícil en tu carrera o negocio, recuerda: no te des por vencido. No se trata del destino, trabaja arduamente para prepararte para las oportunidades que seguro vendrán.
Al final del día, todos enfrentamos desafíos. Lo importante es cómo respondemos a ellos y qué decisiones tomamos para avanzar hacia nuestros sueños.
Mi nombre es Dito Ferrer, y esta es mi historia. Compártela con alguien que necesite escucharla; puede ser justo lo que necesitan para seguir adelante.
Suscríbete a mi newsletter
English
In 2010, together with a friend, I decided to create my own recording studio. It was just one of many in the neighborhood, very modest. We built it with disposable materials that we found in establishments - even dumpsters!
We charged just $3 for music production. This price included recording, mixing, and mastering, a complete service that honestly did not reflect the quality we offered. The marketing strategy was practically non-existent; we were more like a duo of enthusiasts with no clear direction.
The reality of the business
In all honesty, our studio was known as one of the worst in the neighborhood. However, we had no shortage of clients. Most of them were amateur singers and reguetoneros looking for a quick and cheap way to record their songs. They would then sing them at their underground parties (ciudalelas) where dozens of young people would gather to sing and dance to the rhythm of our productions. The atmosphere was charged with alcohol, laughter and sometimes even fights at the end of the party.
That was our niche.
My career seemed to be in a tailspin before it even took off.
The most frustrating thing was that I didn't know how to get out of it. But instead of giving up, I decided to act. Most of the time, when you find yourself stuck, the best thing you can do is simply take action in either direction.
The courage to let go of the old
Letting go of what doesn't work takes courage. It takes shedding the old to make way for the new. In my case, that meant walking away from a secure income and looking for new opportunities. For seven long years, my path was filled with learning and experiences that seemed to lead me nowhere. But every step I took brought me closer to my destination.
I worked in different places: a dance company, a small theatre, and a jazz club. Each experience was an invaluable lesson that prepared me for what was to come.
International Jazz Day. La Havana, 2017. Source: Diario de las Américas
Meeting Herbie Hancock
Eventually, that same fate led me to share the stage with Herbie Hancock, one of the greatest pianists and composers of all time. This moment was the climax of my career: from being a confused amateur to becoming a professionally recognized soundman.
I would like to emphasize the parable:
From being a confused music amateur.
To becoming a soundman at the highest level.
From recording half-illiterate reggaetoneros.
To work with a music giant.
What was it that changed? It wasn't just fate; it was also my perseverance and constant preparation.
The importance of preparation
Preparation is key to any path to success. It doesn't matter if today your business seems to be the cheapest solution or if you feel stuck in an unfavorable situation. The essential thing is to trust the process and fill that void with effort and dedication.
I didn't give up; I kept preparing myself and learning everything I could about my craft. Every day was a new opportunity to improve my skills and expand my knowledge.
Conclusion
Today I can proudly say that my journey has been incredibly rewarding. At that same event (International Jazz Day Havana 2017) I was lucky enough to work with other art giants such as Quincy Jones, Chucho Valdés, and Esperanza Spalding. This was not only a dream come true but also tangible proof that perseverance and preparation paid off.
If you are going through a difficult time in your career or business, remember: don't give up. It's not about fate, work hard to prepare yourself for the opportunities that will come.
At the end of the day, we all face challenges. What matters is how we respond to them and make decisions to move towards our dreams.
My name is Dito Ferrer, and this is my story. Share it with someone who needs to hear it; it may be just what they need to move forward.
Join my newsletter
Your beginnings sound like they were fun, even if not very successful. I'm sure it all built you achieve the things you did later on.
That's so true. Even though I struggled a lot to make something happen when it did I realized that the ride was interesting and fun.
Thanks for stopping by!
PS: Working with such great artists was a level-10 experience.
Hola @ditoferrer, una historia que recoge lo bueno y lo no tan bueno colocando en el tope la gran moraleja, "todo es un aprendizaje" y cuando decidimos aprehenderlo con constancia y profesionalismo los resultados tienen que ser los mejores.
Saludos y gracias pro compartir desde la experiencia.
Es bueno que lo resaltes, lo no tan bueno también. Escribir sobre mi camino a la sazón del tiempo me parece revelador, pero mientras lo recorría estaba lleno de incertidumbre.
Gracias a esas experiencias, hoy confío más en mis capacidades.
Gracias por siempre leer y comentar.