Saludos. No deja de sorprenderme como en algunos negocios le dan poca importancia a satisfacer las expectativas del cliente. Esto es algo de lo que siempre estoy pendiente como consumidor. Para mí es importante sentir que soy bien tratado, es lo que me hace volver una y otra vez a los mismos sitios, si en algún negocio no soy bien atendido, pues no vuelvo.
Hace poco tuve una experiencia de ese tipo cuando trataba de mandar a hacer unos anteojos nuevos.
Por mis requerimientos en la fórmula cada par de anteojos nuevos representa una inversión importante, por eso trato de ser muy cuidadoso con eso. Una de las previsiones que tomo antes de mandarlos a hacer es pedirle al encargado de la óptica que me rectifique la fórmula, un pequeño detalle que me da mucha tranquilidad.
Había pedido un presupuesto en un sitio cercano a mi casa donde opera una de las grandes cadenas de ópticas de la ciudad. Y aunque el precio que me dieron estaba un poco alto tenía la ventaja de la cercanía, prefería hacerlos allí antes de ir a otros negocios más lejanos en el centro de la ciudad.
Todo iba bien, los muchachos encargados me habían atendido con amabilidad. Sin embargo, en el momento de pedirles que rectificaran la fórmula hubo objeciones, me indicaron que eso no se acostumbraba.
Esa respuesta realmente me sorprendió, puesto que en otras oportunidades había mandado a hacer anteojos en otras sucursales de la misma cadena comercial y nunca me habían puesto trabas.
Cuando pedí explicación el encargado de hacer los exámenes me indicó que no podía rectificar la fórmula por una cuestión de ética. Mi sorpresa fue mayor. A partir de ese momento comenzamos una discusión de esas que no conducen a ningún lado. Él decía que no podía contradecir la fórmula de un oftalmólogo y yo le decía que siempre había algún margen de error, y que no costaba nada rectificar que todo estuviera bien, además que como cliente yo sentiría mucho más tranquilidad.
En vista de la intransigencia de aquel señor decidí no hacer los anteojos en ese sitio y me fui al centro de la ciudad en busca de otras alternativas.
Pero aquella negativa sostenida con tanta vehemencia me había dejado una gran duda, pensaba que quizá mi requerimiento de rectificar la fórmula estaría fuera de lugar y que a lo mejor era un exceso de mi parte.
Dispuesto a despejar mi duda visité tres ópticas del centro. Lo primero que comprobé es que los precios de los anteojos eran casi los mismos en todos los sitios.
Entré a la primera óptica, pedí el presupuesto y les dije que si me podían rectificar la fórmula, también les dije que estaba buscando opciones por lo que no era seguro que mandara a hacer los anteojos en ese sitio.
A la encargada le pareció de lo más natural que yo pidiera la rectificación de la fórmula, llamó a la dueña del negocio, la persona que hace los exámenes, para que me rectificara la fórmula. La señora muy amablemente montó mi fórmula en los aparatos respectivos y constatamos que todo estaba bien. Me dieron un presupuesto por escrito y me marché.
En las otras dos ópticas pedí el presupuesto y pregunté si me podían rectificar la fórmula. En ambas no tuvieron ninguna objeción en hacer la rectificación, aunque no la hice de nuevo porque me pareció redundante.
Lo importante es que había despejado mi duda. A ninguna de esas personas le pareció una exageración pedir la rectificación de la fórmula, por el contrario, me dio la impresión de que era un procedimiento rutinario.
Al final mandé a hacer los anteojos en la primera óptica que visité en el centro de la ciudad.
No me cansaré de insistir en que lo más importante para cualquier emprendimiento son los clientes, satisfacer sus requerimientos, necesidades y expectativas, debe ser un objetivo esencial. A fin de cuentas todo emprendimiento ofrece algún tipo de bien y servicio para que alguien lo consuma, y ese alguien debe ser valorado adecuadamente.
Gracias por tu tiempo.
Greetings. It never ceases to amaze me how some businesses give little importance to meeting customer expectations. This is something I am always on the lookout for as a consumer. For me it is important to feel that I am well treated, it is what makes me return again and again to the same places, if in any business I am not well served, I do not return.
I recently had such an experience when I was trying to have new glasses made.
Because of my requirements in the formula, each pair of new glasses represents an important investment, so I try to be very careful with that. One of the precautions I take before having them made is to ask the optician to correct the formula, a small detail that gives me a lot of peace of mind.
I had asked for an estimate at a place near my home where one of the big optical chains in town operates. And although the price they gave me was a little high I had the advantage of the proximity, I preferred to do them there before going to other more distant businesses in the center of the city.
Everything was going well, the guys in charge had taken care of me with kindness. However, when I asked them to rectify the formula there were objections, they told me that this was not customary.
That answer really surprised me, since I had had glasses made at other branches of the same commercial chain on other occasions and I had never been hindered.
When I asked for an explanation, the person in charge of doing the tests told me that he could not rectify the formula as a matter of ethics. I was even more surprised. From that moment on we started one of those discussions that lead nowhere. He said that he could not contradict the formula of an ophthalmologist and I told him that there was always some margin of error, and that it did not cost anything to rectify that everything was fine, besides, as a client, I would feel much more at ease.
In view of the intransigence of that manager, I decided not to have my glasses made in that place and I went downtown in search of other alternatives.
But that vehemently sustained refusal had left me with a great doubt, I thought that perhaps my request to rectify the formula would be out of place and that maybe it was an excess on my part.
Willing to dispel my doubts, I visited three opticians in the center. The first thing I noticed was that the prices of eyeglasses were almost the same everywhere.
I went into the first optician's, asked for an estimate and asked them if they could rectify the formula, I also told them that I was looking for options so it was not certain that I would have my glasses made in that place.
The manager thought it was quite natural for me to ask for the formula to be rectified, so she called the owner of the store, who was the person in charge of doing the exams, so that she could rectify the formula for me. The lady very kindly mounted my formula in the respective devices and we checked that everything was fine. They gave me a written estimate and I left.
At the other two opticians I asked for the estimate and asked if they could rectify my prescription. In both they had no objection to make the rectification, although I did not do it again because it seemed redundant.
The important thing is that I had cleared my doubts. None of these people thought it was an exaggeration to ask for the rectification of the formula; on the contrary, they gave me the impression that it was a routine procedure.
In the end, I had my glasses made at the first optician's shop.
I will never tire of insisting that the most important thing for any business is the customers, satisfying their requirements, needs and expectations must be an essential objective. At the end of the day, every business offers some kind of good and service for someone to consume, and that someone must be properly valued.
Thank you for your time.
Translated with DeepL.com (free version).
Comunidad Be Entrepreneur
¡Esto es tan correcto!
Excelente aprendizaje, @irvinc
Gracias por educarnos siempre con una honestidad y una educación admirables.
Un abrazo grande.
Me alegra que te haya gustado la publicación. No deja de impresionarme que todavía se reciban malos tratos de parte de los encargados de los negocios.
Muchas gracias por pasar y por tus generosas palabras querido @emiliorios. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Como bien dices, lo que hace el negocio es el cliente.
Gracias a tí por este contenido, @irvinc
Saludos estimado! espero este bien, vaya que experiencia, comparto lo mismo que usted ya que a veces se siente tanta apatía en la atención uno siente como que no esta comprando si no pidiendo, sumado que usted esta en todo su derecho de validar su pedido ya que se trata de su salud visual.
Entiendo que debió ser bastante incomodo a mi también me ha pasado que empiezo a dudar de alguna situación pero mas adelante la vida y otras personas me hacen entender que estaba en lo correcto. Saludos.
Lo bueno de ese ramo es que hay bastante competencia, si no te atienden bien en una óptica te puedes ir a otra. Hay que educar mucho en el trato hacia el cliente. Gracias por pasar y por el apoyo estimado @musicandreview. Un fuerte abrazo desde Maracay.
Buenas noches @irvinc. Como señalas todo emprendimiento-negocio o servicio tiene su razón de ser en el cliente, partiendo de esa idea podemos inferir que el cliente siempre tiene la razón, en el caso que señalas la razón te asiste porque es tu derecho cerciorarte que el producto que vas a adquirir reúna las características que satisfagan tu necesidad, sin embargo, a veces los empleados solo cumplen la política establecida por las empresas y se encuentran atados de mano para satisfacer algunas demandas de los clientes.
No lo había pensado de ese modo. Puede ser que sea una política de la empresa y por eso no quisieron hacer algo tan sencillo. Gracias por pasar y por el apoyo estimada @damarysvibra. Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por el apoyo.
Qué gran post y mensaje... definitivamente no debemos de descuidar este punto, por eso es tan importante ponernos en su lugar (sin exagerar tampoco), porque al final nosotros también podemos llegar a aser un cliente y lo ideal es poder hacer sentirlos como a nosotro nos gustaría... que es ser bien atendido para salir contento 🧡
Saludos!