Español
Desde la adolescencia me tocó ayudar a mi madre en tareas de la casa; soy la mayor de 10 hermanos y mi mamá no solo hacía los oficios; sino que trabajaba en su máquina de coser, para los vecinos que le encargaban vestidos o traían su ropa para arreglos. En casa aprendí lo esencial de la cocina del día a día, nada gourmet. Eso fue en Pariaguán pueblo llanero del Estado Anzoátegui donde nací. Más que todo, la cocina del hogar era para satisfacer las necesidades de la familia y, por lo general, se repiten mucho las rutinas por lo reducido del menú: preparar arroz o pastas, sopas, pollo o carne guisada, frita o asada, alguna que otra ensalada, básicamente. En diciembre era diferente, mi madre hacía hallacas para el consumo de la familia y también para regalar a sus amistades. La casa se llenaba de gente y de sabores de la tradición más hermosa de nuestro país. Aquellas hallacas no eran muy grandes; las envolvían de dos en dos, tenían buena sazón y eran bien recibidas por quienes las comían, tanto los lugareños como los vecinos que nacieron en Italia, España o Portugal. Luego me vine a Caracas con la finalidad de estudiar Educación, hice nuevas amistades; conseguí trabajo como secretaria. En esa primera etapa prácticamente no cocinaba, vivía en una pensión. Luego conocí a quien sería mi esposo y padre de mis hijas. Como jefa del hogar me vi obligada a darle importancia a la cocina, por razones obvias, y comenzó la experiencia de mi autoaprendizaje: cometiendo errores y logrando aciertos en el poco a poco. Recuerdo que, estando recién casada, preparé un puré de papas para acompañar un asado; mi esposo comió todo; pero no comentó nada sobre el asado negro; le pregunté ¿Qué tal la carne? Y me respondió sonriendo: “muy bueno el asado, realmente exquisito, y también la sopa de papas”. No le hablé por varias horas, pero entendí que fue sincero al elogiar la sopa, cuando mi propósito fue hacer un puré.
El matrimonio permitió que conociera las amistades y familiares de mi pareja: la tía de mi esposo hacía hallacas y dulces muy sabrosos y recibí varios tips sobre la preparación del guiso de la tía margariteña que vivía en Cumaná. Ella vendía sus dulces y hallacas en la casa y surtía a dos restaurants de la Plaza Miranda. Más tarde conocí a Josefina, esposa de un amigo de mi esposo y comenzamos a hacer juntas las hallacas para nuestras respectivas familias. Con ella aprendí muchos secretos sobre los ingredientes y la técnica del guiso, la escrupulosa selección y preparación de las hojas y la cocción adecuada. Josefina es de Las Mercedes del llano, estado Guárico; de modo que mis hallacas y mi fórmula reúnen ingredientes y sazón tradicional del oriente del país y los llanos venezolanos.
English
Since I was a teenager, I had to help my mother with household chores; I am the oldest of 10 siblings and my mother not only did the chores, but also worked on her sewing machine for neighbors who ordered dresses or brought their clothes for alterations. At home I learned the basics of everyday cooking, nothing gourmet. That was in Pariaguán, a town on the plains of Anzoátegui State, where I was born. Most of all, home cooking was to meet the needs of the family and, in general, the routines were repeated a lot because of the reduced menu: prepare rice or pasta, soups, chicken or stewed, fried or grilled meat, some salad or other, basically. In December it was different, my mother made hallacas for family consumption and also to give to her friends. The house was full of people and flavors of the most beautiful tradition of our country. Those hallacas were not very big; they were wrapped two by two, had good seasoning and were well received by those who ate them, both locals and neighbors who were born in Italy, Spain or Portugal. Then I came to Caracas to study education, I made new friends and got a job as a secretary. In that first stage I practically did not cook, I lived in a boarding house. Then I met the man who would become my husband and father of my daughters. As head of the household I was forced to give importance to cooking, for obvious reasons, and the experience of my self-learning began: making mistakes and achieving successes little by little. I remember that, being recently married, I prepared mashed potatoes to accompany a roast; my husband ate everything, but he did not comment anything about the black roast; I asked him how was the meat, and he answered smiling: "the roast was very good, really exquisite, and also the potato soup". I did not speak to him for several hours, but I understood that he was sincere in praising the soup, when my purpose was to make a puree.
The marriage allowed me to get to know my partner's friends and relatives: my husband's aunt made hallacas and very tasty sweets and I received several tips on the preparation of the stew from my aunt from Margarita who lived in Cumaná. She sold her sweets and hallacas at home and supplied two restaurants in Plaza Miranda. Later I met Josefina, wife of a friend of my husband's and we started making hallacas together for our respective families. With her I learned many secrets about the ingredients and the technique of the stew, the scrupulous selection and preparation of the leaves and the proper cooking. Josefina is from Las Mercedes del llano, Guárico state, so my hallacas and my formula bring together ingredients and traditional seasoning from the eastern part of the country and the Venezuelan plains.
Siempre tuve tres sueños: graduarme en la universidad, tener un negocio propio y varios hijos. Me gradué en el IUPC, tengo cuatro hijas. El negocio deseado: un emprendimiento que me permitiera desarrollar mis habilidades y destrezas, por un lado, y por otra parte contar con una fuente de ingresos para satisfacer ciertos gustos y necesidades de la familia. Vivir de un salario es una tragedia en Venezuela desde hace mucho tiempo, sobre todo en el sector público. Desde que llegué a Caracas trabajé con diferentes tipos de manualidades y producía y vendía mis adornos. También hice algunos cursos; pero los estudios y mis niñas también exigían atención y tiempo. En ocasión de la llegada de diciembre, hacíamos nuestras hallacas; pero también hacíamos un lote para regalar a nuestras amistades, siguiendo la tradición de mi casa materna y la casa de mi esposo.
Hace unos ocho años, más o menos, mis compañeras de trabajo comenzaron a pedirme el gran favor de que les hiciera las hallacas para la celebración de la navidad en la escuela. A las hallacas se sumó la solicitud de la ensalada y el pan de jamón para cenas de fin de año para los empleados de algunas empresas. Nos aventuramos a aceptar la propuesta de un partido político que nos encargó 300 hallacas con la ensalada para el almuerzo de navidad por tres años consecutivos y hemos atendido almuerzos en el contexto de eventos, como Seminarios o Congresos. Vimos en esta actividad una oportunidad de darle forma a nuestro emprendimiento y desde hace tres años comenzamos a ofrecer hallacas desde el mes de octubre y ampliamos la oferta a otros menús como el asado negro y el arroz con pollo. Es un emprendimiento familiar porque trabajan mi esposo y mis hijas.
I always had three dreams: to graduate from college, to have my own business and several children. I graduated from IUPC, I have four daughters. The desired business: a venture that would allow me to develop my skills and abilities, on the one hand, and on the other hand, to have a source of income to satisfy certain tastes and needs of the family. Living on a salary has been a tragedy in Venezuela for a long time, especially in the public sector. Since I arrived in Caracas I worked with different types of handicrafts and produced and sold my ornaments. I also did some courses; but my studies and my girls also demanded attention and time. On the occasion of the arrival of December, we made our hallacas; but we also made a lot to give to our friends, following the tradition of my mother's house and my husband's house.
About eight years ago, more or less, my coworkers began to ask me the great favor of making hallacas for the Christmas celebration at school. The hallacas were joined by the request for the salad and ham bread for year-end dinners for the employees of some companies. We ventured to accept the proposal of a political party that ordered 300 hallacas with salad for Christmas lunch for three consecutive years and we have served lunches in the context of events, such as Seminars or Congresses. We saw in this activity an opportunity to give shape to our business and three years ago we started to offer hallacas in October and we expanded the offer to other menus such as black barbecue and rice with chicken. It is a family business because my husband and daughters work here.
Sabor con tradición
No es igual vender mercancía elaborada en una fábrica que vender algo que has elaborado con tus propias manos y en el contexto de una celebración tradicional como la Natividad del Señor. Todo comienza desde que empiezas a comprar los ingredientes; acostumbro comprar ingredientes de muy buena calidad; porque así se consiguen sabores definidos. La otra fase tiene que ver un poco con el ego o la autoestima evidentemente; porque no se trata solamente de obtener una utilidad monetaria, sino también ofrecer un producto de muy buena calidad que satisfaga al cliente que te halaga con agradecimiento y felicitaciones.
Venezuela es rica no solo en costumbres regionales o nacionales, sino en una amplia gama de platillos dulces o salados, que hacen honor al paladar en determinadas temporadas. Diciembre es una época muy especial y la reina de la mesa, en casi todo el país, es la hallaca; aunque sabemos que la mesa venezolana es muy variada en navidad porque desde hace mucho tiempo se incorporó la gastronomía de otras nacionalidades como el pernil o el pavo horneados, el salchichón, la ensalada rusa, la torta negra, el panetón, entre otros platillos muy ricos que hacen de la Nochebuena un momento muy especial, muy familiar. La gastronomía venezolana destaca por su maridaje con la tradición, asociada a celebraciones o conmemoraciones religiosas como la Navidad, la Semana Santa y las fiestas patronales. En Venezuela la tradición tiene sus sabores especiales, el sabor de una buena hallaca es el sabor de la tradición.
Flavor with tradition
It is not the same to sell merchandise made in a factory than to sell something that you have made with your own hands and in the context of a traditional celebration such as the Nativity of the Lord. It all starts from the moment you start buying the ingredients; I usually buy very good quality ingredients, because that way you get defined flavors. The other phase has to do a little bit with ego or self-esteem evidently; because it is not only about obtaining a monetary profit, but also about offering a product of very good quality that satisfies the client who compliments you with gratitude and congratulations.
Venezuela is rich not only in regional or national customs, but also in a wide range of sweet or savory dishes that honor the palate in certain seasons. December is a very special time and the queen of the table, in almost all the country, is the hallaca; although we know that the Venezuelan table is very varied at Christmas because for a long time the gastronomy of other nationalities has been incorporated, such as baked pernil or turkey, sausage, Russian salad, black cake, panetón, among other very rich dishes that make Christmas Eve a very special moment, very familiar. Venezuelan gastronomy stands out for its marriage with tradition, associated with religious celebrations or commemorations such as Christmas, Easter and patron saint festivities. In Venezuela, tradition has its special flavors, the taste of a good hallaca is the taste of tradition.
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¡AAAAH!, un emprendimiento con mucho sabor, sazón y tradición. Me encanta que cada año ese emprendimiento familiar se fortalezca y vaya escalando con nuevos productos para ofrecer.
Un post encantador con esa historia familiar llena de logros materializando un sueño. Que en lo que resta del año tengan un super éxito.
Por mi parte extrañaré no degustar una de tus exquisitas hallacas. Saludos cariñosos. 😊
Se ve todo buenísimo, puro sabor, muchas gracias por compartir.
@tipu curate 8
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Este post me encanto, especialmente el guiso se ve buenísimo. Gracias por compartir.
Por cierto, aprovecho para que te unas a Inleo https://inleo.io/, esta es la nueva marca de lo que era el antiguo Leofinance, aquí puedes publicar microblogging (Post cortos), para anunciar algo de una iniciativa que tengas, o cualquier cosa que quieras compartir literalmente, ya este proyecto no es solo de finanzas, ahora es de nichos generales, así que puedes hacer Threads de lo que desees.
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