Aunque las circunstancias puedan ser distintas, y por ende nuestras realidades también lo sean, entiendo perfectamente lo difícil de la situación que planteas. No es fácil despedirse de la familia hasta sabrá Dios cuando, eso es muy duro, y solo quien esté en esos zapatos puede llegar a entenderlo.
Si es en un McDonalds vendiendo papas o si es en el mismísimo Silicon Valley, parecerá broma, pero en este caso es lo de menos cuando lo que te juegas es un futuro de oportunidades y libertades.
Sinceramente, espero que sea un camino de buenas nuevas para ti y tu familia. Éxitos.
Estoy seguro que vendrán muchas cosas buenas, ya vivimos demasiadas malas en Cuba.