Hay cosas destinadas. Caminando encontramos a un artesano que vendía relojes de bolsillo, en lo que vemos a este personaje, y lo reconocimos de inmediato el señor nos preguntó si sabíamos de qué era y le respondimos que de DOTA. Al rato el señor vio en nosotros una solución a la necesidad que tenía de hacer una llamada urgente, así que nos pidió el favor de prestarle el teléfono y accedimos, ya que parecía un buen hombre. Luego, de su llamada decidió unque nos negamos en aceptarlo, él decidió que debía entregarnoslo, y por más que nos negamos a aceptarlo, el insistió en porque sabríamos apreciarlo.
A veces actuar de manera desinteresada puede darte una sorpresa.
For the best experience view this post on Liketu