Today I want to share a reflection that was born from a very simple, but significant situation. Lately, my routine has been full of work between consultations as a massage therapist, tarot reader and my work in the holistic field, I have barely had time to rest. Daily responsibilities sometimes consume us so much that we forget something essential, which is to enjoy ourselves and give ourselves a break... Tonight, before exhaustion completely overcame me, I decided to give myself a little treat. I went out with my dad to buy a roast chicken to enjoy together at home. Something so simple, but so comforting. This gesture made me reflect on how important it is to allow ourselves those moments of enjoyment. Often, we work so much that we forget the reasons why we do it, such as living with dignity and enjoying life. Buying myself that delicious dinner with the money from my effort was a way of redefining my work, of reminding me that it is not all about producing and fulfilling, but also taking care of ourselves and celebrating what we achieve. The roast chicken I bought was incredible. 🍗 It's December, a month that invites us to reflect on what we do and how we live. That's why I want to invite you to allow yourself to enjoy, to celebrate your achievements, no matter how small they may seem. Because that's what we work for, to live, to share, and to build moments that remind us that life is also enjoyed in the simple details. When was the last time you gave yourself a treat for the effort of your work? Maybe today is the perfect time to do it. 💛
Hoy quiero compartir una reflexión que nació de una situación muy sencilla, pero significativa. Últimamente, mi rutina ha estado llena de trabajo entre las consultas como masoterapeuta, tarotista y mi labor en el ámbito holístico, apenas he tenido tiempo para descansar. Las responsabilidades diarias a veces nos consumen tanto que olvidamos algo esencial que es disfrutarnos y darnos un respiro... Esta noche, antes de que el agotamiento me venciera por completo, decidí darme un pequeño gusto. Salí con mi papá a comprar un pollo asado para disfrutarlo juntos en casa. Algo tan simple, pero tan reconfortante. Este gesto me hizo reflexionar sobre lo importante que es permitirnos esos momentos de disfrute. A menudo, trabajamos tanto que nos olvidamos de las razones por las cuales lo hacemos, como vivir dignamente y disfrutar la vida. Comprarme esa cena deliciosa con el dinero de mi esfuerzo fue una forma de resignificar mi trabajo, de recordarme que no todo es producir y cumplir, sino también cuidarnos y celebrar lo que logramos. El pollo asado que compré estaba increíble. 🍗 Estamos en diciembre, un mes que nos invita a reflexionar sobre lo que hacemos y cómo vivimos. Por eso, quiero invitarte a que te permitas disfrutar, a que celebres tus logros, por pequeños que parezcan. Porque para eso trabajamos, para vivir, para compartir, y para construir momentos que nos recuerden que la vida también se disfruta en los detalles sencillos. ¿Cuándo fue la última vez que te diste un gusto por el esfuerzo de tu trabajo? Quizás hoy sea el momento perfecto para hacerlo. 💛
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