¿Qué tal están, amigos de Hive? En esta ocasión, me encuentro nostálgica, y parece ser este el estado en el que más me encuentro últimamente. Hace un tiempo, salí con una de mis mejores amigas a tomar un café, lo cual nos hizo mucha gracia, ya que, mientras crecíamos, pudimos notar que esta era la actividad favorita de nuestras abuelas: invitar a sus amigas a tomar café.
¡Cuánto hemos crecido! Pensamos, y qué abrumador es algunas veces. Esta salida a tomar café significó mucho para mí: desconexión de los problemas cotidianos, cavilación, sanación; la vida es eso que empieza después de un buen café (y de compartirlo con alguien que significa mucho para ti). Así, nos contamos aquello que nos aquejaba y no había visto salida de la mente, sino hasta que lo convertimos en palabras, actualizamos aquello de interés para cada una, y reímos un montón.
→ las primeras fotos son del cafetín de mi universidad, allí voy con mis compañeras cuando salimos de un parcial difícil, a drenar energías.
→la última se trata de la salida con mi amiga.
La vida es ruda la mayoría de las veces, y es allí cuando es momento de preguntar: ¿y si... Vamos por un café, y me dejas escucharte?
Y qué suerte tenerte a ti, para ir por un café...
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