Mi estimado César, no puedo estar más de acuerdo con tus palabras.
Aunque es inevitable, en este momento es un peligro dejarnos dominar por las emociones; el sentido común aún siendo el menos común de los sentidos, debe predominar. Es imperioso darle paso a la razón, y como bien dices, pensar con cabeza fría.
Tal y como lo ves, lo veo: el enemigo cava su propia tumba. ¿Por qué quitarle la pala?
Paciencia y confianza.