¡Estoy totalmente de acuerdo! Soñar no es malo, incluso es el boceto inicial de los planes y metas. Yo añadiría que hay que cuidarse de los extremos, tanto a los sueños como a la realidad y encontrar ese punto medio que nos haga ser productivos y optimistas. Saludos!
Por supuesto hay que soñar pero ser consientes que para que nuestras metas y sueños se cumplan hay que trabajar en lograrlo.