"The new year stands before us, like a chapter in a book, waiting to be written. We can help write that story by setting goals." — Melody Beattie
Yesterday, December 31, a large part of humanity bid farewell to 2024, to welcome a new year, 2025. However, there are some exceptions to this event that millions of people around the world were fortunate enough to celebrate in the streets or in the privacy of our homes or in the homes of family and friends.
Among these exceptions are countries like China, or societies like the Ethiopian or Hebrew, who do not follow the Gregorian calendar, but have their own calendars, some of them thousands of years before ours.
Just like last Christmas, and as I have been accustomed to in recent years, I received 2025 at my sister's in-laws' house, together with our mother, her husband, her son, the hosts of the house and other relatives.
Among the many Venezuelan traditions to start the new year off on the right foot, the eating of 12 grapes at the stroke of midnight, one for each month, stands out as a way to seek or ensure well-being and prosperity throughout the year.
There are other rites that Venezuelans usually practice on this festive date, however, last night we only consumed the grapes while we made our best wishes.
Afterwards, we sat at the table to share a rich and abundant dinner with our loved ones, and toast to life, to our health and to the personal purposes of each one of us.
Ayer 31 de Diciembre, una gran parte de la humanidad despidió el 2024, para dar la bienvenida a un nuevo año, el 2025. Sin embargo, existen algunas excepciones a este evento que millones de personas alrededor del mundo entero tuvimos la fortuna de celebrar en las calles o en la intimidad de nuestros hogares o en la de familiares o amigos.
Entre estas excepciones se encuentra países como China, o sociedades como la etíope o la hebrea, quienes no se rigen por el calendario gregoriano, sinó que poseen sus propios calendarios, algunos de ellos miles de años anteriores al nuestro.
Al igual que la pasada Navidad, y como he acostumbrado los últimos años, recibí el 2025 en la casa de los suegros de mi hermana, junto a nuestra madre, su esposo, su hijo, los anfitriones de la casa y otros familiares.
Entre las muchas tradiciones venezolanas para iniciar con buen pié el nuevo año, destaca el comer 12 uvas a la llegada de la medianoche, una por cada mes, como una forma de buscar o asegurar el bienestar y la prosperidad durante todo el año.
Existen otros ritos que los venezolanos solemos practicar en esta fecha festiva, sin embargo, anoche tan sólo consumimos las uvas mientras formulábamos nuestros mejores deseos.
Posteriormente, nos sentamos a la mesa para compartir una abundante y rica cena junto a nustros seres queridos, y brindar por la vida, por nuestra salud y por los propósitos personales de cada quien.
Todas las Fotografías son de mi Autoría y editadas con las aplicaciones Picsart, Snapseed y/o Capcut
For the best experience view this post on Liketu
#hive #ocd #posh
~~~ embed:1874913749783711952?t=7futRVJnfbu0y3lEA4axgQ&s=19 twitter metadata:bWFudWVsZ2lsNjR8fGh0dHBzOi8vdHdpdHRlci5jb20vbWFudWVsZ2lsNjQvc3RhdHVzLzE4NzQ5MTM3NDk3ODM3MTE5NTJ8 ~~~