Es que pararse de repente, en uno de esos increíbles parajes casi desolados, intentando comprender la inmensidad y pureza que nos rodea es simplemente sobrecogedor.
No he tenido la suerte de estar en la Gran Sabana pero sí en localidades semejantes de Amazonas y he sentido cosas así de parecidas, muy bonitas e indescriptible. Estos momentos hay que atesorarlos y regresar a ellos en esos momentos en que se nos quitan las ganas de muchas cosas y es difícil encontrarse con la naturaleza.
Por otro lado, esa foto del insecto está genial, ¿fue muy difícil hacerla?
Se que a veces no tenemos esos accesos a la naturaleza en muchos casos donde necesitamos de ella, pero una cosa que me sirve es solo ir a ese instante con la mente y vuelvo a tener esa paz y hasta puedo sentirlo en mi corazón como ese día.
Esa mantis dio un poco de trabajo para capturarla, solo le dije con carácter que se quedara quieta jajaja creo que lo entendió.