Tarde o temprano el péndulo nos golpea con la misma intensidad con que lo empujamos en la dirección contraria.
Todo lo que se hace se paga, ya en esta vida o en la siguiente, o la siguiente.
Un relato aleccionador sobre la consecuecia de las acciones, cuando nos dejamos llevar por los impulsos equivocados.
Saludos.
Gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia. Las lecciones de la vida te hacen crecer aunque aveces las consecuencias de nuestros actos sean tan drásticas que por más que aprendamos la moraleja, no hay manera de enmendar el daño infringido... Y eso para mí también es trágico. Un saludos para ti también amigo muchas gracias nuevamente!