No recuerdo exactamente Cuál era la fecha exacta, sería más o menos como un año después de que empezó todo el asunto de las criptomonedas, entonces a uno de nuestros amigos se le ocurrió una grandiosa idea.
En aquellos años el bullying estaba a todo lo que daba, no pensábamos nunca que un simple juego se iba a voltear contra nosotros, se suponía que cada uno de nosotros aportaría una cantidad para comprar bitcoin y con él preparar una broma realmente pesada para nuestros contrincantes, después de mucho discutirlo así lo hicimos, pero como pasaba con todas nuestras Grandes Ideas, en algún momento todos Se nos olvidó.
Pasaron un par de años hasta que uno de nuestros amigos, Arturo el que llamábamos Nijayote, murió de causas extrañas. Su madre nos dijo que tenía el colesterol muy alto, pero por alguna razón, nosotros pensamos que era una cosa diferente, Pero bueno era solo un presentimiento.
De cualquier manera una semana más tarde, los cuatro que quedamos vivos hicimos un juramento. Nada de bromas, cuando todos llegáramos a la edad de cincuenta años, usaríamos el bitcoin para hacer un negocio. Fue así como el Sopa, el cacarizo, el ébano coma y yo mismo el xoconostle, diríamos de las bromas por más de 20 años. Para asegurarnos de que nadie tomara el dinero antes de tiempo, pusimos todo en una cartera en frío y dividimos las 20 palabras de la llave en partes iguales.
Hace algunos días estaba realmente aburrido, no tenía más que hacer que fabricar ositos de goma con el pegamento sobrante de las cintas adhesivas en aquella cafetería, las películas, series y lo que pasaba en redes sociales era básicamente lo mismo. Bajé las escaleras y pedí que me rellenaran de nuevo mi taza de café, cuando extrañamente sonó mi teléfono, ya ven que ese raramente suena, a no ser que esté parada alguna imprenta o haya sucedido algo realmente difícil de resolver. Para mi sorpresa se trataba de Sopa, se le oía realmente asustado. Me dijo que alguien lo había estado siguiendo, pero que afortunadamente había logrado perderlo entre las calles del barrio antiguo, sin embargo en ese momento oí que su celular cayó al suelo. Al parecer alguien le estaba apuntando con un arma exigiéndole sus cinco palabras. garrapata, petra, diógenes, malinche, occipital, todo en minúsculas.
Jaja que esta llamada me sacó de mi aburrimiento. Supuse inmediatamente que se trataba de alguna broma. La vida el Sopa revelaría sus palabras así de fácil, trataba de un tipo bastante rudo coma, como de 190 metros de alto, siempre mal encarado fuerza que le puede dar a alguien su afición por la albañilería. Yo simplemente tomé mi segundo café tan tranquilo como siempre, acto seguido me fui a dormir como un bebé...
Historia corta, escultura y fotografía
Disfrute leyendo tu historia.
Saludos @saulos
Gracias, un gusto saludarte.