Ataviados o no, en Venezuela (país natal), Argentina, Canadá (residencia), Portugal y España, donde he viajado, me he encontrado con esas “almas gemelas”; y que, pese a la distancia, y por medios digitales, la conexión sigue siendo fascinante. Es algo así como la madre que está en Venezuela y por WhatsApp (videollamada) mantiene contacto con sus hijos y nietos en el exterior, esa conexión mágica que ni la distancia puede opacar.
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Así es. Tienes el honor de que así sea en tu vida y eso es hermoso