Desde el domingo que leí la invitación de @EmpowerTalent para conversar sobre: ¿Cómo construir una vida extraordinaria?, mi mente va y viene sobre lo que considero una vida extraordinaria y cómo he ido armando la mía. Les cuento sobre mi proceso reflexivo en torno al tema.
De entrada, la primera respuesta que me vino fue: ¡Ya tengo una vida extraordinaria!, ¿cómo la he construido? Interrogante que me ubica en el pasado, en el camino andado y que me permiten encontrar en el presente los detalles afectivos, materiales, sentimentales, emocionales, racionales que la hacen dentro de lo común, única, especial y extraordinaria para mí.
Sin embargo, la propuesta no va por allí, va por el camino de la introspección, de mirarme profundamente y hurgar en lo que soy hoy para proyectarme en ese futuro incierto que me mueve a accionar y en el cual voy construyendo la vida extraordinaria que quiero mañana.
En este proceso introspectivo van surgiendo las dudas, las indecisiones, los miedos, las preguntas que “no debo hacerme” porque me paralizan, por no poder tenerles una respuesta, ya que siendo futuro puede suceder cualquier cosa que cambie la ruta de lo previsto.
En esta búsqueda interior pienso en eso que me mueve, en lo que me hace feliz y en los vacíos que trato de llenar con mil cosas. Me miro desde fuera y veo a la mujer de sesenta y tres años que soy: activa, saludable, que la experiencia y el estudio la han ayudado a explorar y encontrar caminos para comprender que se puede ser, sentir y estar feliz con lo que se tiene y se vive, al mismo tiempo que convivo, con mi lado oscuro de ansiedades que me produce el futuro, el dónde quiero estar y con quienes quiero estar.
Y es que mi vida extraordinaria la quiero, deseo y sueño más extraordinaria, por lo que no importa el dónde, sino él con quien y es con mis hijos y nietas que quiero estar. Esto, por supuesto, me trae unos cuantos conflictos internos y externos, por ejemplo:
Mi esposo me dice que sí, pero no mueve un dedo para hacer esa realidad posible, la de irnos juntos hacia donde están nuestros hijos, entonces me pregunto: ¿será que llegado el momento, me decido a irme sola y que vendré a visitarlo en alguna oportunidad?; ¿Será que la culpa y el remordimiento de consciencia me dejará ser feliz al tomar esta decisión? ¿Será que cuando este allá lo voy a añorar tanto que quizás quiera devolverme? Y así voy: será, será, será.
Por otra parte, me siento una mujer llena de energía, con fuerza para seguir “produciendo” en lo que me gusta, no estoy preparada para que mis hijos me mantengan y quedarme solo como ama de casa, cuidadora y guardián de familia, desde allí los miedos se desatan y las preguntas me acosan:
¿Será que podré trabajar, tener unos ingresos apropiados para mantenerme y no depender totalmente de mis hijos?, ¿Será que mis clientes aceptan el cambio totalmente on-line?; ¿será que puedo incursionar en nuevos sectores?, ¿Me siento con tanta fuerza y motivación para empezar casi de cero? Y así el rosario de ¡Oh, que será, qué será! Va alargándose con piedritas.
Me resulta interesante que ninguna de esas preguntas me quite el sueño, porque cuando llegan tengo un tiempo para ellas: las atiendo, les presto atención, me cambian el ánimo, me desanimo y pare de contar, de pronto es como si tocasen un timbre de salida, igualito a aquel que se usaban en las escuelas, entonces nos despedimos hasta un próximo encuentro y mientras esto sucede aprovecho y me activo, pues la mayoría de esas objeciones esconden un reto y eso me impulsa.
Allí comienzo a hacer lo que tengo que hacer para ir construyendo, de la mejor manera posible, la vida extraordinaria que quiero mañana. Desde allí no paro: planifico, me organizo, cada día me preparo y adquiero mejores herramientas con las que me ayudo y pueda ayudar al otro, adquiero conocimientos y fortalezco los que tengo con la misma intención, busco afianzarme lo que ya he logrado y que me sea útil para mi propósito.
En otras palabras, me mantengo con la mente y los brazos abiertos para cuando el futuro me toque la puerta que tiene el rótulo “nos vamos”, me encuentre prevenida y preparada, mientras eso sucede, mi actitud y acción están centrados armoniosamente en la idea de que el futuro se construye en el hoy.
In English
Since Sunday when I read @EmpowerTalent's invitation to talk about: How to build an extraordinary life, my mind has been going back and forth about what I consider an extraordinary life and how I've been building mine. I will tell you about my reflective process on the subject.
First of all, the first answer that came to me was: I already have an extraordinary life, how have I built it? A question that places me in the past, in the road I have traveled and that allows me to find in the present the affective, material, sentimental, emotional and rational details that make it unique, special and extraordinary for me.
However, the proposal does not go that way, it goes through the path of introspection, of looking at myself deeply and delving into what I am today to project myself into that uncertain future that moves me to act and in which I am building the extraordinary life I want tomorrow.
In this introspective process, doubts, indecisions, fears, questions that “I should not ask myself” because they paralyze me, because I can not have an answer to them, since being the future anything can happen that changes the route of what is foreseen.
In this inner search I think about what moves me, what makes me happy and the gaps I try to fill with a thousand things. I look at myself from the outside and I see the sixty-three year old woman I am: active, healthy, that experience and study have helped her to explore and find ways to understand that one can be, feel and be happy with what one has and lives, at the same time that I live with my dark side of anxieties about the future, about where I want to be and with whom I want to be.
And the fact is that I want my extraordinary life, I wish and dream more extraordinary, so it does not matter where, but with whom and it is with my children and granddaughters that I want to be. This, of course, brings me a few internal and external conflicts, for example:
My husband tells me yes, but he does not move a finger to make that reality possible, that of going together to where our children are, then I ask myself: will it be that when the time comes, I decide to leave alone and that I will come to visit him at some opportunity; will it be that the guilt and the remorse of conscience will let me be happy when I make this decision; will it be that when I am there I will miss him so much that maybe I will want to return? And so I go: it will be, it will be, it will be.
On the other hand, I feel like a woman full of energy, with strength to continue “producing” in what I like, I am not ready for my children to support me and stay only as a housewife, caregiver and family guardian, from there the fears are unleashed and the questions harass me:
Will I be able to work, have a proper income to support myself and not be totally dependent on my children, will my clients accept the change totally on-line, will I be able to venture into new sectors, do I feel so strong and motivated to start almost from scratch? And so the rosary of Oh, what will it be, what will it be! goes on and on with pebbles.
I find it interesting that none of these questions keeps me awake at night, because when they arrive I have time for them: I listen to them, I pay attention to them, they change my mood, I get discouraged and stop counting, suddenly it is as if they were ringing an exit bell, just like the one used in schools, then we say goodbye until the next meeting and while this happens I take advantage and I get active, because most of these objections hide a challenge and that drives me.
There I start to do what I have to do to build, in the best possible way, the extraordinary life I want tomorrow. From there I do not stop: I plan, I organize myself, every day I prepare myself and acquire better tools with which I can help myself and others, I acquire knowledge and strengthen the ones I have with the same intention, I seek to consolidate what I have already achieved and that is useful for my purpose.
In other words, I keep my mind and arms open so that when the future knocks on the door marked “we are leaving”, I am prepared and forewarned, while that happens, my attitude and actions are harmoniously centered on the idea that the future is built in today.
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Fuente de imágenes: Archivo personal
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Be Entrepreneur
@damarysvibra, estoy convencida de que tu actitud ya es un aval para emprender los cambios que has considerado. A veces el miedo nos paraliza...a veces hay que aprender a escucharnos...
Excelentes tus vivencias.
Gracias por compartir.
A nuestra edad es posible afirmar que tenemos una vida extraordinaria. Si dejamos huellas positivas en el pasado, en esas semillas que sembramos cuando éramos jóvenes y hoy recogemos sus frutos.
Que bonito. Que vida tan extraordinaria y que amor tan puro se puede respirar en todo este desarrollo de palabras. Todo lo mejor para tu familia y para ti. ❤️👌