Spanish
Hola a todos en nuestro camino, el avanzar es una mezcla de victorias y derrotas que nos darán esa enseñanza y formación necesaria para formarnos y, a medida que esto va pasando, nos llega a cambiar por completo, tanto en pensamiento como en ese complemento de nuestra propia evolución como personas, y hay quienes llegan a tener más unas que otras, dependiendo de qué paso vamos eligiendo dar.
Y en este caso, hablar de derrotas es hablar de significados, de emociones, de enseñanzas, incluso de lágrimas, en sí de toda una mezcla de experiencias y sentimientos que al final derivan a lo que será una decisión , y para nadie una derrota será algo que busque como meta, ya que siempre aspiramos a tener esa victoria de lo que anhelamos sin fijarnos que las mejores enseñanzas vienen justamente de todas esas veces que llegamos a flaquear o que simplemente caemos en este constante de ensayo y error hasta dar con la medida y fórmula perfecta, y esto puede ser algo rápido de conseguir o, por el contrario, algo que será tardado en llegar.
Nunca vamos a saber con certeza cuántas derrotas vamos a tener en la vida, cuántos y cuáles serán esos errores que haremos conscientes o inconscientes que harán ese resultado no deseado, pero algo que sí hacemos de manera humana es contarlas y recordarlas una vez que suceden; es como si nuestra mente las almacenara y las usara para hacernos recalcar y revivir esas emociones de falla cada que sea necesario y, por más positivos que seamos o por más que busquemos dar mérito a victorias, en algún punto siempre vendrá a nuestra mente cada falla y su inminente derrota.
Pero para muchos no será tan malo recordarlas o tenerlas por decisión constantemente resonando en la mente, ya que las tendrán como esa motivación para no volver a pisar en falso, como aquello que usarán para derivar las enseñanzas que surgen o como esas experiencias que usarán para apoyar a quienes vivan o estén a punto de caer en alguna derrota, por lo que si a veces no es ni mala ni buena, solo seremos nosotros quienes veremos de qué manera tomarla y cómo usarla a futuro, si esta se convertirá en un castigo constante o será un arma de guerra.
Y acá es donde salgo yo. En mi vida he tenido muchas derrotas, algunas que me han dejado pensando y me han tumbado en cada punto débil de mí, otras solo emocionales, algunas físicas y otras que llegaron en un momento que cambió mi panorama. Algunas me hicieron conseguir una victoria al tiempo que se volvió un tesoro y otras aún las sigo usando como un punto de no retorno.
Mis derrotas han sido en gran parte emocionales; me han dejado mucho que reflexionar e incluso me han desapegado de personas con quienes llegué a pensar que formaría algún vínculo fuerte. Obviamente, el tema de mi universidad y que me recalquen las fallas y el cumplir expectativas es una gran derrota que constantemente busca hacerme herir, pero no como algo de propia mente, sino de los demás, ya que sí, a veces los demás buscarán recalcar lo que tal vez para ti no sea algo, porque derrumbarse como la mayor derrota y motivo para bajar el valor que tenemos.
Cada situación en la que he tenido que dar ese paso de abandonar lo que me gusta por evitar problemas se ha vuelto una derrota que me hace pensar en escenarios donde tal vez una palabra distinta lo hubiera convertido en victoria, y estas por años se han acumulado, pesando cada vez más .
Pero aunque las victorias han sido pocas o por poco tiempo, he podido disfrutar de estas como esa recompensa luego de un trago amargo, esa calidez luego de una tormenta helada, incluso esa emoción vista como sonrisa luego de un corazón roto. Y es que aunque sean pequeñas, han marcado un refuerzo a ese pilar que me sostiene y evita que caiga por completo y que incluso solo recordar me da fuerzas para evitar desmoronarme.
Trabajar en quien soy y poder compartirlo es una victoria que vino luego de una derrota constante que me hacía ser quien no era. Poder tener a alguien que te quiere, te conoce y sabe cómo estar en cada derrota y te da hasta con una palabra esa fuerza para levantarte es una victoria que me ayuda a combatir las derrotas, y sobre todo estar consciente de que puedo llegar a una victoria pese a todo me hace estar preparada para cualquier derrota que me venga en cada meta y plan de vida que estoy tratando actualmente.
Y bueno, esta es mi participación en este tema que nos propone @talentos para esta semana, el cual espero les guste y les haga ver que cada derrota tiene sus ventajas si las llegamos a poder ver y que una victoria basta para hacernos sentir que podemos con todo.
English
Hello to everyone on our journey, moving forward is a mix of victories and defeats that will give us the lessons and training necessary to shape ourselves. As this progresses, it changes us completely, both in our thinking and in that complement of our own evolution as people. Some people experience more of one than the other, depending on which step we choose to take.
And in this case, talking about defeats is talking about meanings, emotions, lessons, even tears—a whole mix of experiences and feelings that ultimately lead to what will become a decision. For no one, defeat will be something they seek as a goal, since we always aspire to achieve that victory of what we long for, without realizing that the best lessons come precisely from all those times we falter or simply fall into this constant trial and error until we find the perfect measure and formula. This can be something quick to achieve or, on the contrary, something that will take time to arrive.
We'll never know for sure how many defeats we'll have in life, how many and what those mistakes will be, whether conscious or unconscious, that will lead to that undesirable outcome. But one thing we do as humans is count and remember them once they happen. It's as if our mind stores them and uses them to make us re-emphasize and relive those emotions of failure whenever necessary.
And no matter how positive we are or how much we seek to credit victories, at some point each failure and its impending defeat will always come to mind. But for many, it won't be so bad to remember them or to have them constantly echoing in their minds, as they will use them as motivation to never make a mistake again, as something they will use to draw on the lessons that arise, or as experiences they will use to support those who are experiencing or are about to fall into defeat. So, if sometimes it's neither bad nor good, only we will be the ones who will decide how to handle it and how to use it in the future, whether it will become a constant punishment or a weapon of war.
And this is where I come in. In my life, I have had many defeats, some that have left me thinking and have knocked me down to every weak point, others merely emotional, some physical, and others that came at a moment that changed my outlook. Some led me to a victory that became a treasure, and others I still use as a point of no return.
My defeats have been largely emotional; They've left me with much to reflect on and have even distanced me from people with whom I once thought I'd form a strong bond. Obviously, the issue of my university and having my failures and failure to meet expectations pointed out is a huge defeat that constantly seeks to hurt me, but not as something of my own making, but rather of others. Yes, sometimes others will seek to emphasize what may not be meaningful to you, because collapsing is the greatest defeat and a reason to diminish our self-worth.
Every situation in which I've had to take that step of abandoning what I love to avoid problems has become a defeat that makes me think of scenarios where perhaps a different word would have turned it into a victory, and these have accumulated over the years, weighing more and more.
But although the victories have been few or short-lived, I've been able to enjoy them as that reward after a bitter pill to swallow, that warmth after a cold storm, even that emotion seen as a smile after a broken heart. And even if they're small, they've reinforced that pillar that supports me and keeps me from completely falling, and even just remembering them gives me the strength to avoid crumbling.
Working on who I am and being able to share it is a victory that came after a constant defeat that made me someone I wasn't. Having someone who loves you, knows you, and knows how to handle every defeat, and even with a word, gives you the strength to get back up, is a victory that helps me fight defeat. And above all, knowing that I can achieve victory despite everything keeps me prepared for any defeat that comes my way in every goal and life plan I'm currently working on.
And so, this is my contribution to this week's topic proposed by @talentos, which I hope you like and makes you realize that every defeat has its advantages if we can see them, and that one victory is enough to make us feel we can handle anything.
