
Imagen de mi propiedad
Esta es mi participación vez en este encuentro de @talentos invita a escribir sobre "Máscaras", con un tema que tiene mucha tela que contar, si escribí contar, porque cada quien corta esa tela en su mejor manera de contar lo que piensa de sobre "Máscaras".
Como siempre es un gusto poder participar en estos encuentros de talento, nuestra querida angélica en sus temas que nos hace abrir un abanico de posibilidades cuando pensamos en un tema y de una la vena de contar nuestras experiencias se abren para todos ustedes, bienvenidos a mi publicación para encuentro de todos los talentos que estamos haciendo vida en esta comunidad
Las máscaras de nuestra vida
Las máscaras que todos podemos llevar en el transcurso de nuestra vida, puedo decir que he vivido muchas vidas en cada máscara que he usado. A mis 50 años, he visto cómo nuestro país ha pasado por altibajos, pero lo que más me ha marcado es cómo he tenido que adaptarme y cambiar, poniéndome diferentes máscaras para enfrentar las adversidades y sobrevivir en este hermoso pero complejo país.
Desde niño, aprendí que la vida en Venezuela no siempre es color de rosa. Crecí en un barrio en Ciudad Bolívar llamado El Perú, con mi madre, quien era asistente en servicios médicos en el hospital. Ella me enseñó el valor del trabajo y la honestidad. Pero, a pesar de sus enseñanzas, supe desde temprana edad que para avanzar en la vida, debía ponerme diferentes máscaras.
La primera máscara que recuerdo haberme puesto fue la del estudiante aplicado. Sabía que debía sobresalir para tener un futuro mejor. Pero también, con el tiempo, debido a las necesidades de mi hogar, también me ponía una máscara de trabajador, sin dejar a un lado mi esfuerzo hasta lograr entrar a la universidad, pero no sin antes aprender a ponerme la máscara del joven valiente que enfrentaba las adversidades con una sonrisa, aunque por dentro estuviera lleno de dudas.
Siempre he pensado que las máscaras en mi vida son formas de expresión, sí como de sentimientos, pero también de superación. Como expresión, existe la máscara del miedo, o la máscara del valor, o la máscara de la impotencia cuando no puedes hacer nada. La máscara de la hipocresía, esa particularmente nunca me ha gustado.
A medida que fui creciendo y adentrándome en la vida adulta, las máscaras se multiplicaron. Al comenzar mi vida laboral, me puse la máscara del profesional responsable. Esa es una de las máscaras que casi nunca me he quitado desde que me la puse por primera vez. Entendí que ser profesional y un hombre responsable me ayudaba mucho porque era aquel que no solo se desempeñaba con destreza, sino que también demostraba integridad y compromiso en todo momento. Pero en el fondo, sabía que debía ponerme otras máscaras para enfrentar diferentes situaciones.
Son muchas las máscaras que me he puesto a lo largo de mi vida, como ya lo dije, pero al final esas máscaras puedes dejártelas puestas para siempre, de hecho, ya son parte de mi personalidad. Puedo decir que también está la máscara de la esperanza, esa que me permite mantener la fe en un futuro mejor, incluso cuando las circunstancias eran difíciles. Esta máscara fue crucial durante las crisis económicas y los momentos de escasez, cuando parecía que las adversidades no tenían fin. La esperanza, en muchos casos, era lo que me mantenía en pie y me impulsaba a seguir adelante.
En cuanto a la máscara de la hipocresía, como mencioné antes, nunca me ha gustado. Prefiero ser auténtico y transparente en mis relaciones, aunque eso signifique mostrar mis debilidades y aceptar que no siempre tengo todas las respuestas.
Estoy seguro de que muchos de ustedes también tienen sus propias máscaras en sus muchas vidas, donde tienen que mostrar lo que son o lo que no son en realidad.

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This is my participation in this invites you to write about "Masks"., with a subject that has a lot of fabric to tell, yes I wrote tell, because each one cuts that fabric in his best way to tell what he thinks about “Masks”
The Masks of Our Life
The masks that we all can wear throughout our life, I can say that I have lived many lives in each mask I have worn. At 50 years old, I have seen how our country has gone through ups and downs, but what has marked me the most is how I have had to adapt and change, putting on different masks to face adversities and survive in this beautiful but complex country.
Since I was a child, I learned that life in Venezuela is not always rosy. I grew up in a neighborhood in Ciudad Bolívar called El Perú, with my mother, who was an assistant in medical services at the hospital. She taught me the value of work and honesty. But despite her teachings, I knew from an early age that to advance in life, I had to put on different masks.
The first mask I remember putting on was that of the diligent student. I knew I had to excel to have a better future. But also, over time, due to the needs of my home, I also put on a worker's mask, without neglecting my efforts until I managed to enter university, but not before learning to put on the mask of the brave young man who faced adversities with a smile, although inside he was full of doubts.
I have always thought that the masks in my life are forms of expression, as well as of feelings, but also of self-improvement. As an expression, there is the mask of fear, or the mask of courage, or the mask of impotence when you can't do anything. The mask of hypocrisy, that one particularly never liked me.
As I grew and delved into adult life, the masks multiplied. When I started my working life, I put on the mask of the responsible professional. That is one of the masks that I have almost never taken off since I put it on for the first time. I understood that being a professional and a responsible man helped me a lot because I was the one who not only performed with skill, but also demonstrated integrity and commitment at all times. But deep down, I knew I had to put on other masks to face different situations.
There are many masks that I have put on throughout my life, as I already said, but in the end, those masks can be left on forever, in fact, they are already part of my personality. I can say that there is also the mask of hope, the one that allows me to maintain faith in a better future, even when circumstances were difficult. This mask was crucial during economic crises and moments of scarcity, when it seemed that adversities had no end. Hope, in many cases, was what kept me standing and pushed me to move forward.
Regarding the mask of hypocrisy, as I mentioned before, I never liked it. I prefer to be authentic and transparent in my relationships, even if that means showing my weaknesses and accepting that I don't always have all the answers.
I am sure that many of you also have your own masks in your many lives, where you have to show what you are or what you are not in reality.
Para ser feliz solo debes tomar tu propia decisión. / To be happy, you just have to make your own decision.
Thanks for visiting, I appreciate your opinion.
"In constant evolution"
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My congrats
Máscaras y más mascarás.
Saludos amigo @lanzjoseg
Muy buenas mascaras cada una apropiada para una época o momento. Muchísimo éxito y un abrazo.
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