Enseñar y ver cómo las ideas prenden esa chispa en tus alumnos es una experiencia incomparable. Es cierto que mantener ese faro encendido requiere de pausas y creatividad. Esos momentos de tranquilidad son clave para renovar energías y seguir adelante.
Me identifico mucho con lo que dices porque puedo comparar esa experiencia con mi propia experiencia como profesor.Hola mi pana @madridbg. Qué profunda tu reflexión sobre el faro interior. Aquí en Venezuela, la pasión y la dedicación son esenciales para sobrellevar cualquier reto. Me encanta cómo describes tu pasión por la enseñanza, como un faro que guía e ilumina.
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