Por supuesto que la hay, pero lo que más recuerdo en estos instantes es la sensación de terminar de cocinar y sentarme a descansar. Creo que las sensaciones van variando con el tiempo.
Por supuesto que hay amor y cuando le digo a mi hijo, el que me queda aquí mi lado en casa, hijo ayer no cocine nada estaba cansada.
Él contesta no te preocupes mamá: preparo una arepas con queso y listo... eso es amor del bueno. Él es el que también dice; que la mejor comida es llegar a casa y que este ya lista, aunque sea lo más simple del mundo.
Recuerdo que cuando vi la película "Como agua para chocolate" la primera vez durante esa semana trate de tener pensamientos bonitos mientras la preparaba y no angustiarme con lo que tenía que hacer después. Pero solo duro una semana, ja, ja.
Un abrazo, muchísimas gracias por el apoyo.
Abrazo de vuelta Sacra.