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¿Qué son los datos?
En el año 431 a.C., Esparta declaró la guerra a Atenas.
Tucídides, historiador de la época, en su relato de la guerra, describe cómo las fuerzas platenses asediadas y leales a Atenas planeaban escapar escalando el muro que rodeaba a Platea, construido por las fuerzas espartanas del Peloponeso.
Para ello necesitaban saber la altura de la muralla para poder fabricar escaleras de longitud adecuada.
Gran parte de la muralla del Peloponeso había sido cubierta con tosca ceniza de guijarros, pero se encontró una sección en la que los ladrillos aún eran claramente visibles y se encomendó a un gran número de soldados la tarea de contar las capas de estos ladrillos expuestos.
Trabajar a una distancia segura de los ataques del enemigo introducía inevitablemente errores, pero como explica Tucídides, dado que se hacían muchos recuentos, el resultado que aparecía con más frecuencia era el correcto.
Este recuento más frecuente, al que ahora nos referiríamos como el modo, se utilizaba entonces para calcular la altura de la muralla, ya que los platenses conocían el tamaño de los ladrillos locales utilizados, y se construían escaleras de la longitud necesaria para escalar la muralla.
Esto permitió escapar a una fuerza de varios cientos de hombres, y el episodio puede considerarse el ejemplo más impresionante de recopilación y análisis de datos históricos.
Pero la recopilación, el almacenamiento y el análisis de datos son anteriores incluso a Tucídides en muchos siglos.
Se han encontrado muescas en palos, piedras y huesos que se remontan al Paleolítico Superior.
Se cree que estas muescas representan datos almacenados como marcas de recuento, aunque esto sigue siendo objeto de debate académico.
Quizá el ejemplo más famoso sea el hueso de Ishango, hallado en la República Democrática del Congo en 1950 y cuya antigüedad se estima en unos 20.000 años.
Imagen de Pixabay y editada por @abdulmath con GIMP.
Este hueso con muescas ha sido interpretado como una calculadora o un calendario, aunque otros prefieren explicar que las muescas están ahí sólo para proporcionar un mejor agarre.
El hueso de Lebombo, descubierto en la década de 1970 en Suazilandia, es aún más antiguo y data de unos 35.000 años antes de Cristo.
Con veintinueve líneas marcadas, este fragmento del peroné de un babuino se parece mucho a los palos de calendario que todavía utilizan los bosquimanos de la lejana Namibia, lo que sugiere que puede tratarse de un método utilizado para registrar datos importantes para su civilización.
Aunque la interpretación de estas muescas sigue abierta a la especulación, sabemos que uno de los primeros usos bien documentados de los datos es el censo realizado por los babilonios en el año 3800 a.C.
Este censo documentaba sistemáticamente las cifras de población y los productos básicos, como la leche y la miel, con el fin de proporcionar la información necesaria para calcular los impuestos.
Los primeros egipcios también utilizaban datos, en forma de jeroglíficos escritos en madera o papiro, para registrar la entrega de mercancías y llevar un control de los impuestos.
Pero los primeros ejemplos de uso de datos no se limitan a Europa y África.
Los incas y sus predecesores sudamericanos, deseosos de registrar estadísticas con fines fiscales y comerciales, utilizaban un sofisticado y complejo sistema de cuerdas anudadas de colores, llamado quipu, como sistema de contabilidad basado en decimales.
Estas cuerdas anudadas, fabricadas con algodón o lana de camélido teñidos de colores vivos, se remontan al tercer milenio antes de Cristo y, aunque se sabe que menos de un millar sobrevivieron a la invasión española y al posterior intento de erradicarlas, se encuentran entre los primeros ejemplos conocidos de un sistema de almacenamiento masivo de datos.
En la actualidad se están desarrollando algoritmos informáticos para intentar descifrar el significado completo de los quipu y mejorar nuestra comprensión de cómo se utilizaban.
Continuará . . .
Imagen de Pixabay y editada por @abdulmath con GIMP, e Inkscape.
Si te gusto este tema y quieres seguir profundizando acerca de Los datos: Explosión, no te pierdas la próxima publicación, pero si aún así deseas conocer otra perspectiva del mismo, te invito a investigar en las siguientes referencias que acá te comparto:
- David J. Hand, Information Generation: How Data Rule Our World. 2007.
- Jeffrey Quilter and Gary Urto (eds), Narrative Threads: Accounting and Recounting in Andean Khipu. University of Texas Press, 2002.
- David Salsburg, The Lady Tasting Tea: How Statistics Revolutionized Science in the Twentieth Century. Freeman and Company, 2001.
- Thucydides, History of the Peloponnesian War, ed. and intro. M. I. Finley, trans. Rex Warner. Penguin Classics, 1954.
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