¡Hola amigos y lectores de HIVE, Felíz Tarde!
Es increíble como pasa el tiempo, recuerdo muy bien mi primer día en el Liceo (El nombre que se le da a la educación Pre-universitaria en Venezuela), estaba tan emocionado y asustado a la vez, veía mi último año de bachillerato tan lejano y distante, sin embargo ya llego el día.
Ésta mañana fue una experiencia única, literalmente "única", a causa de la pandemia y de que en mi ciudad han aumentado los casos de Covid-19 el Acto de Grado fue cancelado, dando paso a una nueva e interesante modalidad para la entrega de títulos. La Entrega "Casa por Casa".
Estaba un poco decepcionado por no tener un Acto con todos mis amigos y compañeros, con su respectivo protocolo y demás, sin embargo no me iba a quedar de brazos cruzados y con ayuda de mi familia convirtí la sala de mi casa en un Auditorio para la entrega.
Con solo una mesa, un mantel, y par de detalles hicimos un buen ambiente para el recibimiento. Todos nos arreglamos como lo haríamos en el Acto, yo me puse mi uniforme y solo esperaba por mi título.
¡El Gran Momento!
A las 11:00am llegaron a mi casa el Director de la institución junto al Coordinador, después de verificar el cumplimiento de todas las normas de Bioseguridad, pasaron y dimos espacio a un pequeño acto donde recibí mis documentos e hice firma del acta...
... Después el más esperado momento de las fotos.
En casa, corto, pero especial, no permitimos que la situación nos abrumara, decidimos actuar frente a los problemas, hicimos de la dificultad un beneficio. Estoy eternamente agradecido con Dios y con mi familia por haberme ayudado a alcanzar éste nuevo logro.
Ahora puedo decir oficialmente que soy Bachiller de la República Bolivariana de Venezuela.
Amigos Lectores nunca dejen que las circunstancias los derroten, recuerden que hacemos nuestro propio destino.
No fue fácil alcanzar ésta meta, hubieron muchos obstáculos, pero todo sueño amerita sacrificios. Muchas veces no tuve ni para desayunar pero aún así asistía a mis clases y cumplía mis actividades, ahora lo recuerdo y me río de aquellos momentos difíciles, me río con un título en las manos. A todos aquellos que aún están cursando la educación pre-universitaria les digo, ¡No se rindan! Sigan adelante, al final todo valdrá el sacrificio.