Que emoción para este pequeño de 8 años que quería tener la experiencia de subirse al metro cable, es su primera vez.
Hubieron varias emociones y sensaciones desde sentir mariposas en su estómago hasta sentir que sus piernas no le respondían.
Fue una experiencia única cuando se subió a la cabina y este se desplazaba por encima de las casas, un poco de miedo al sentirse allí arriba y ver todo el panorama y luego sonrisas de alegría.
Hacer feliz a un niño no tiene precio, es algo hermoso poder ver esa risa que se dibuja en su carita inocente, fue un día feliz para él.