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Hola queridos amigos (as) de Hive, espero estén pasando un maravilloso día.
Hoy deseo compartir con ustedes una reflexión que considero es muy importante tener presente a lo largo de nuestra vida. Y es que para nadie es un secreto que por más preparados que podamos estar, en algún punto tendremos que hacer frente a momentos de dificultad. Me refiero a problemas que surgen de manera inesperada y parecen ser muy superiores a nuestra capacidad para solventarlos. Son situaciones que crean caos y perturbación en diversos aspectos de nuestra realidad.
En tal sentido, cuando sólo confiamos en nosotros mismos y nos damos cuenta que eso no está funcionando, empezamos a sentir como mínimo preocupación y en algunos casos hasta total desesperación.
En este contexto, considero útil traer a colación una de las frases que nos dejó San Pío de Pietrelcina:
“Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración...”
Comparto con ustedes esta frase porque en lo particular, quisiera haberla leído antes, sin duda me hubiese ayudado a enfrentar circunstancias complejas de una manera más sencilla, al entender su significado.
Ciertamente he visto mi mundo voltearse de cabeza. Lo que consideraba era mi fortaleza, mi refugio y mi seguridad lo contemplé desvanecerse ante mis ojos sin poder detenerlo. Entre la incredulidad y la sorpresa observaba como lo que se suponía debía sostenerme, fue lo primero que cayó. Y no en cualquier momento, sino en ése de mayor urgencia.
Fue entonces cuando me di cuenta que había puesto mi confianza en vanidades y que mis talentos no bastaban para solucionar lo que ya tenía sobre mí.
Saben, en ese instante hice lo último que me quedaba pendiente (lo cual ahora entiendo que debió ser lo primero), empecé a rezar…
Haciéndolo de manera profunda y sincera, pude darme cuenta de muchas cosas, lo describiría como quitarse una venda de los ojos, sin embargo, atacado por la preocupación también se hizo presente la impaciencia.
Increíblemente, a quien había puesto de último, ahora quería que me ayudara rápido, que me colocara de primero.
Recuerdo que lo que fue aún más descarado de mi parte, fue pensar que si Dios no hacía lo que yo le pedía, en el tiempo que lo quería y de la manera que lo esperaba, entonces estaba perdiendo el tiempo con Él.
En este marco de ideas, ahora, puedo comprender la gran sabiduría en las palabras transmitidas por San Pío de Pietrelcina.
Es verdad, lo primero que debemos hacer es rezar, luego saber esperar, aprender a ser humildes, aceptar que Dios tiene su tiempo para actuar y no es el que nosotros le pretendemos imponer. Por último, quizás lo más difícil, no te preocupes, porque tal como lo aclara este Santo, eso es absolutamente inútil, a lo cual me atrevo agregar que al apartar la preocupación u ofrecerla, estamos demostrándole a Dios con hechos más que con palabras, que confiamos en El.
Para terminar, pensando en aquellos que quieren acercarse a Dios pero no saben cómo y para aquellos que quieren hablarle pero no pueden, les dejo esta otra frase San Pío de Pietrelcina:
“Debes hablar a Jesús también con el corazón, además de los labios; de hecho, en ciertos casos debes hablar con Él solo con el corazón.”
Espero que les haya gustado este post, si desean que escriba sobre algo en específico, déjenmelo saber, si está en mis posibilidades, lo haré con mucho gusto.
Hello dear friends of Hive, I hope you are having a wonderful day.
Today I want to share with you a reflection that I believe is very important to keep in mind throughout our lives. It is no secret that no matter how prepared we may be, at some point we will have to face moments of difficulty. I am referring to problems that arise unexpectedly and seem to be far beyond our capacity to solve them. These are situations that create chaos and disruption in various aspects of our reality.
In this sense, when we only rely on ourselves and we realize that it is not working, we begin to feel at least concern and in some cases even total despair.
In this context, I consider it useful to bring up one of the phrases left to us by St. Pio of Pietrelcina:
"Pray, hope and don't worry. Worry is useless. God is merciful and will hear your prayer."
I share with you this phrase because in particular, I wish I had read it earlier, it would have certainly helped me to face complex circumstances in a simpler way, by understanding its meaning.
I have certainly seen my world turned upside down. What I considered to be my strength, my refuge and my security, I watched it vanish before my eyes without being able to stop it. Between disbelief and surprise I watched as what was supposed to hold me up, was the first thing to fall. And not at any moment, but at the most urgent one.
It was then that I realized that I had put my trust in vanities and that my talents were not enough to solve what was already upon me.
You know, at that moment I did the last thing that was pending (which now I understand that it should have been the first thing), I started to pray....
Doing it in a deep and sincere way, I was able to realize many things, I would describe it as taking off a blindfold, however, attacked by concern, impatience was also present. Incredibly, who I had put last, I now wanted Him to help me fast, to put me first.
I remember that what was even more blatant on my part, was to think that if God did not do what I asked Him to do, in the time I wanted and in the way I expected, then I was wasting my time with Him.
In this framework of ideas, now, I can understand the great wisdom in the words transmitted by St. Pio of Pietrelcina.
It is true, the first thing we must do is to pray, then to know how to wait, to learn to be humble, to accept that God has his time to act and it is not the time that we try to impose on him. Finally, perhaps the most difficult thing, do not worry, because as this Saint makes clear, this is absolutely useless, to which I dare to add that when we put aside our worries or offer them, we are demonstrating to God with deeds more than with words, that we trust in Him.
To conclude, thinking of those who want to approach God but do not know how and for those who want to speak to Him but cannot, I leave you with this other phrase of St. Pio of Pietrelcina:
"You must speak to Jesus not only with your lips, but with your heart. In fact on certain occasions you should only speak to Him with your heart."
I hope you liked this post, if you want me to write about something specific, let me know, if it is in my possibilities, I will do it with pleasure.
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