No podría estar más de acuerdo. Es cierto que la felicidad no es algo tan superficial que pueda ser recreado como un mero estado de autoafirmación. A veces, no hay estimulos externos que nos resulten agradebles. Me parece muy certero que propongas que todos aprendamos a conocer y cultivar nuestros sentidos, de modo que seamos capaces de apreciar, aún en la dificultad, las pequeñas dichas de estar vivo.
¡Buen post!