[ESP/ENG] Los dueños de la calle | The owners of the street

in GEMS5 years ago

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@yohannlibot, Unsplash


No recuerdo cuánto tiempo ha pasado desde que comenzaron a despertar. Dos años, diez años… No podría decírtelo. Miles y miles de resucitados vagan ahora por los barrios de Colombia, buscando a algún incauto a quien despedazar.

Cerca de la ahora abandonada verdulera de Don Jairo, veo a Doña Maribel, mi antigua arrendadora. La veo vagar sin rumbo. Su rostro descarnado y sucio, su boca abierta y ensangrentada. Ciega pero con un olfato excepcional. Alza su rostro lentamente para olfatear el aire. Al contrario de lo que pensábamos, el virus no destruyó su sistema respiratorio, lo hizo mutar.

Lo veo todo desde la seguridad de mi ventana. Tampoco recuerdo cuánto tiempo llevo confinada en este pequeño apartamento. Desde mucho antes del Despertar, seguro.

Leo es quien sale en busca de agua y provisiones. Gracias a él puedo permanecer dentro, a salvo. Gracias a él sigo viva. Una suerte de la que pocos pueden alardear.

Sudamérica se llevó la peor parte. Nuestros muertos fueron enterrados o arrojados al mar. En última instancia, fueron dejados en las aceras para que se pudrieran. Mala idea. Debimos seguir el ejemplo de los chinos. Debimos quemarlos.

Quizás ellos sabían. Quizás sí. O quizás solo tenían un sistema de crematorios mucho más eficiente que el nuestro. Nunca lo sabremos.

Lo único que sé con certeza es que quienes alguna vez estuvieron recluidos en una cama, muriéndose, ahora son los dueños de la calle.

I don't remember how long it has been since they started waking up. Two years, ten years ... I couldn't tell you. Thousands upon thousands of resurrected people now roam the neighborhoods of Colombia, looking for some reckless one to tear apart.

Near Mr. Jairo's now abandoned greengrocer, I see Mrs. Maribel, my former landlord. I see her wander aimlessly. Her skinny and dirty face, her open and bloody mouth. Blind but with an exceptional sense of smell. She slowly raises her face to sniff the air. Contrary to what we thought, the virus did not destroy the respiratory system, it made it mutate.

I see everything from the safety of my window. I also don't remember how long I've been confined in this little apartment. Since long before the Awakening, for sure.

Leo is the one who goes looking for water and supplies. Thanks to him I can stay inside, safe. Thanks to him I’m still alive. A luck that few can boast of.

South America got the worst of it. Our dead were buried or thrown into the sea. Ultimately, they were left on the sidewalks to rot. Bad idea. We should have followed the example of the Chinese. We should have burned them.

Perhaps they knew. Perhaps so. Or perhaps they just had a much more efficient crematorium system than ours. We will never know.

The only thing I know for sure is that those who were once held in a bed, dying, are now the owners of the street.