Jamás tendrá comparación
es el compromiso más grande
que nos llena de fuerza y valor,
debe ser nuestra prioridad
y asumirla
con toda pasión.
El amor que sentimos
por nuestros hijos
no tiene explicación,
es tan profundo y tan sincero
que no engaña
al corazón.
Una madre abnegada
siempre dará su protección,
sin importar si son chiquitos
o si ya adultos son,
el amor de madre
es para toda ocasión.
Sus consejos siempre buscan
el bienestar
para evitar el dolor,
de ese ser
que estuvo en su vientre
y que por tanto tiempo lo cuido.
A los hijos se les ama
porque se convierten
en la mayor razón,
de querer derribar
todos los obstáculos
y luchar con el corazón.
Por eso una madre
nunca tendrá sustitución,
su amor es único
y cuesta mucho conseguir uno mejor,
el amor de madre
jamás tendrá comparación.