Muy interesante. Creo que toda mujer que se vuelve madre de otra mujer ha vivido ese ciclo que describes con tanta jocosidad. Mi esposa es de las que siempre sale con nuestra hija y si tuviera una ametralladora ya habría ametrallado a unos 100 piropeadores. No le tiembla el pulso para pararlos en seco y gritarle "No ves que es una niña? tu no tienes hija/hermana/madre?" :)
Creo que todo radica en el contexto, el emisor y el lenguage usado. La mayoría de los hombres venezolanos carecen de tacto para halagar a las mujeres. Usan los piropos como chistes escatológicos que se suponen sirven para matar el hastío.
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