Si pudiera resumir lo que he estado haciendo desde hace un mes diría que más que todo he estado en casa. He estado inclusive pensando muchas cosas, he leído muchos libros un total de 6 en este mes, todos novelas, simplemente he terminado una y he comenzado la otra cuando empiezo a inquietarme y a mirar el techo sin nada que hacer pues ya he hecho todo lo que podía ese día, entonces agarro un libro y me quedo con él hasta pasada la media noche. No sé si este de más decir que la cuarentena me ha cambiado los hábitos del sueño… y cuando no tienes porque salir al otro día no importa mucho si no te acuestas a dormir. Claro que me acuesto a dormir pero mi perspectiva acerca de los horarios ha cambiado mucho, y no solo la de los horarios sino la de qué tan extenso debe ser un libro para permitirme leerlo, cuando el tiempo sobra, la extensión de las páginas tampoco importa y se vuelve una ventaja pues el libro no se acaba, no tan rápido.
He estado repasando los idiomas que me gustan, he abandonado un poco la costura, y me he abocado a la cocina, a tratar de hacer comidas sabrosas, eso cuesta, pero sobrando el tiempo he podido dedicarme.
Paso el día entre limpiando, recogiendo, cocinando, leyendo. Lo que no hago es ver la televisión, ni tampoco navego mucho por internet, de allí mi ausencia larga del blog.
Pensaba hacer una entrada para cada libro que he leído pero siendo realista tal vez me cueste hacerlo, pues quiero seguir avanzando con las lecturas, entonces se me ocurrió simplemente mencionarlos en una sola entrada.
El libro que leí después de los que mencione en las entradas que publique aquí (El poder de los hábitos, y Tokio Blues) fue 1Q84 de Haruki Murakami. En realidad son tres libros, unas mil páginas, de una historia que mantuvo mi interés de principio a fin. Murakami es un escritor con una prosa fresca, que va directo a lo que quiere decirnos y transmitirnos, tiene un gran encanto que no puedo definir, solo sé que seguiré leyendo sus libros. 1Q84 es una historia que mezcla lo real con lo fantástico, con personajes claros, decididos, fuertes, que logran atrapar la atención durante toda la historia.
Luego decidí continuar con otro libro de Haruki Murakami: “De qué hablo cuando hablo de escribir” Un libro muy recomendable, en él Murakami nos narra su carrera como escritor, desde cómo decidió empezar a escribir, cómo lo hace, sus rutinas, sus ideas, su carrera, cómo la lleva a cabo, entre otros muchos detalles.
Luego decidí empezar a leer “Al Este del Eden” de John Steinbeck. Este novela me fascino muchísimo, es una historia épica que abarca tres generaciones, con personajes entrañables, diálogos elocuentes y descripciones difíciles de olvidar. Me gusto tanto esta novela que hice lo que suelo hacer cuando me gusta mucho un libro, seguir con el mismo autor, así que cuando termine esta novela comencé a leer “Las Uvas de la ira” de mismo autor: John Steinbeck.
De este libro “Las Uvas de la Ira” tendría que hacer un post, aunque “Al Este del Eden” toca temas que dan para muchos post, “Las Uvas de la Ira” es una historia tan fuerte, tan desgarradora que valdría la pena que muchos la leyéramos. ¿Por qué digo esto? Pues porque es una novela histórica, basada en hechos reales, como lo fue la depresión económica que comenzó en 1929 en Estados Unidos y que luego se extendió al mundo. Una historia que nos recuerda el sufrimiento de una generación que sufrió grandes pérdidas no solo a nivel económico, sino social, y todo lo que esto conlleva. Puede que no sea una novela recomendable por lo que estamos viviendo en el país, y tener que ver el sufrimiento de otros, no sea alentador, pero desde el punto de vista que nos muestra las luchas de otros, y lo que se ha pasado en otras latitudes, sí es recomendable saberlo.
John Steinbeck es el gran descubrimiento que me llevo en este mes, un escritor con una enorme sensibilidad social que logra transmitir en su prosa el dolor de los oprimidos, el coraje de los que se indignan, y la fuerza de otros para continuar.
Este es un post que intenta recopilar lo que he ido leyendo. Ya luego trataré de ir desglosando algunos otros temas que se desprenden de aquí.
Texto y foto de mi autoría.
@inspiracion
Yo me acabo de parar de dormir (es una una rareza que duerma de día). Mi hija Laura me dice:
—¿Cómo? ¿Con los ojos pipirúos?
Me dijo que estaban viendo una película venezolana, y que no era mala (Infection). Vi con ellos el final. Buena no es, pero es distinta a cualquier otra que haya visto. Es una película de Zombies. Creo que no tiene groserías, lo cual es casi una norma en las películas venezolanas y peruanas. Parece que fue baneada en Venezuela porque tenía muchos mensajes contra el gobierno.