Peleas amorosas, el amor siempre cura.

Esposa…

Me quedé ahí sentada mirando en la orilla del muelle como aquel hombre alistaba la lancha para su paseo, lo mire de arriba a abajo y recordaba esos bellos momentos llenos de risas y besos impulsivos que terminaban siempre bajo las sábanas de seda o donde nos encontrarán las ganas, una discusión muy estúpida en realidad la que nos mantiene distanciados, aplicamos una ley de hielo el uno contra el otro y nuestro orgullo impide esa reconciliación que tanto grito por dentro.

Se ve tan varonil secando el sudor de su frente, me sonrojo al verlo pero él ni siquiera se da cuenta, si tan solo volteara a verme notaría lo ruborizada que me tiene, aun en este infantil enojo me deslumbró a lo lejos de solo verlo.

Esposo….

407084_S~2.jpg

Pixabay

Ahí está ella tan delicada, llevando su cabello de forma tan coqueta tras su oreja, el amor de mi vida, esa caprichosa y peleonera bella, sus berrinches de niña mimada me hacen reír más que enojar pero no quiero que lo sepa, sino sabrá con mayor certeza que me tiene en sus pequeñas y frágiles manos.

Cómo extraño abrazarte, pensar que dos días de disgusto y sin hablar parecen un siglo o tal vez dos, tu aroma igual al del jardín más fino, así es como hueles, tu delgada figura acurrucada en mis brazos buscando protección, como me derrites amor, pero no es justo que siempre te dé la razón, debes aceptar cuando te equivocas mi caprichosa y bella esposa.

¿Qué estarás observando con tanta atención?, ¿qué miran tus ojos?, extraño tu mirada, esa tan clara, amo ver mi reflejo en tus ojos, me siento tan poderoso, tu me haces así y lo sabes, si lo sabes.

Pixbay

Caminando por inercia, como si estuvieses imantados caminaron ambos hasta quedar juntos, sonrieron sutilmente y no hicieron falta las palabras, sus corazones en sincronía y manos enlazadas terminaron por disipar aquella pelea sin importancia, abrazos y enamorados estos esposos disfrutaron de su amor, su valioso tesoro.