Domingo por la mañana y como de costumbre, voy a la deriva, sin rumbo predeterminado, por ese metafórico Triángulo de las Bermudas que es el Centro de ese laberinto monumental, que se conoce como Madrid.
El cielo está cubierto y lleno de presagios, como los cuadros de un Greco buscando lo sobrenatural, mientras el sonido de mis pasos por el histórico empedrado me recuerda que camino por la historia de una orgullosa capital, que hoy en día se ve humillada por las restricciones y los confinamientos selectivos.
Atrás quedan la calle Arenal, hermosa vestida de otoño pero huérfana de turistas y la Plaza de la Ópera, que apenas acaba de plantar el mismo árbol navideño que lució las navidades pasadas y que me recuerda, lógicamente, al espíritu del fantasma del pasado del maravilloso cuento de Dickens.
Pienso, luego existo, que hay muchos Scrooges en el mundo, que aunque no hayan oído hablar de Dickens y por lo tanto no hayan leído su obra, seguro que tuvieron también una infancia a la que, truncada o no, pueden acudir cuando la soledad les empuje a vaciar su frustración en el noble ejercicio de recordar.
Apenas quedan ecos de aquéllos nostálgicos del yugo y las flechas que se reunían en la Plaza de Oriente, en estos precisos momentos, sumida, como la Bella Durmiente, en un taciturno sueño otoñal, mientras los oscuros nubarrones, tan oscuros, posiblemente, como aquéllas golondrinas de Bécquer que nunca regresaron a Sevilla, se ciernen sobre el Palacio Real, mientras la imponente figura ecuestre del rey Felipe IV, invita a especular con el misterio.
Pero eso formará parte de otra historia, que tal vez muchos desconozcan y a muchos también sorprenda.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.
Qué hermosas imágenes y qué sentidas palabras, @juancar347! Ver el árbol de navidad me hizo aterrizar en los días. Ciertamente este año nos ha cambiado todas las preguntas y como niño que le quitan algo, no sabemos qué hacer. Yo no quiero acostumbrarme a nuevas normalidades, donde hayan menos afectos que antes. Yo quiero que vuelva la ilusión del encuentro entre amigos, de a familia alrededor de la mesa. Que las calles dejen de ser espacios solitarios y se conviertan en vías infinitas de posibilidades. En fin, quiero pensar que la vida no ha cambiado mucho. Un abrazo y buen comienzo de semana
No sé cómo se desarrollará la Navidad este año, pero ya llevamos tiempo confinados y con todo tipo de restricciones, que parece que no se van a levantar, entre ellas, prohibidas las reuniones de más de seis personas incluidos los domicilios, de manera que pocas o nulas reuniones familiares podremos tener, si bien es cierto que cada año que pasa, vamos quedando menos y van faltando los principales. Sin embargo, el Ayuntamiento ha actuado como el año pasado y hace tiempo que ya comenzó a poner la decoración navideña, que es igual a la del año pasado, con la diferencia de que se añade una menina gigantesca, que ya tendré ocasión de ver. Todos deseamos que las cosas vuelvan a ser como antes, las calles llenas, con las gentes celebrando sus alegrías y también sus tristezas, que nos devuelvan la vida que realmente nos han robado y que podamos seguir volando cada uno a medida de nuestros sueños y posibilidades. Pero me temo y no quiero ser pesimista, que estamos entrando en otra era. Una era que exige sacrificios, pero por desgracia, los dirigentes son los primeros que no los realizan y su gestión, aparte de fragmentarnos, nos lleva de cabeza al abismo. En fin, ya veremos si en ésta ocasión podemos sacar algo positivo de aquél sabio refrán popular que dice que no hay mal que por bien no venga. Abrazos
ya esta el Árbol yo aquí no he ido al centro así que no se si estará
este año es tan raro
feliz lunes y bonita semana
Aquí hace algún tiempo que empezaron a poner la decoración de Navidad, básicamente la misma que el año pasado, aunque ya te están diciendo que estas Navidades van a ser muy especiales, con todas las restricciones que hay y la prohibición de reunirse más de seis personas en las casas, de manera que bueno, ya veremos cómo se pasan. Feliz lunes
How close is Christmas... This year is too fast and too slow at the same time. Great pictures of the beautiful city!
La verdad es que sí. Curiosamente, en Madrid, hace tiempo que el alumbrado de Navidad está preparado, aunque el problema es que con las severas restricciones que tenemos impuestas, éstas Navidades serán muy especiales y no se podrán reunir las familias tradicionalmente, cosa que seguramente desemboque en muchas protestas. Pero en fin, es lo que nos toca vivir en el presente, esperando un mejor futuro. Muchas gracias por tu comentario y un afectuoso saludo.