El lunes de la semana la semana pasada, me despertaron los gritos, el llanto y los golpes. Yo no quería, no podía seguir dando teta.
Sayri lleva meses golpeándome. Según internet, y otras mamás, no soy la primera ni seré la última madre que vive esto - en especial con un niño de 2 años y medio. Yo no sé. A veces lo llevo de "buena" manera. Otras, la agresión termina siendo mutua. Y otras-otras, como ese día, corro a encerrarme en el baño.
Acostada en el piso del baño, me sentía molesta. Con ganas de gritar, huir. Mis ojos lagrimaban. Afuera, los gritos seguían. Eran las 7:30 a.m.
Culpaba a Sayri por no poder descansar, por sentirme mal, cuando una visión destelló en mi cerebro; era una página en mi diario. Entre resaltadores de colores y post-its, estaba escrita, muy detalladamente, la rutina diaria para el comienzo de mi 2022.
Mi día debe comenzar, se leía, con afirmaciones frente al espejo, seguido de yoga, meditación y escribir en mi diario.
Bueno, pensé, si mis alarmas por los últimos quiénsabecuántosmeses no han funcionado, tal vez despertarme con ese estallido de energía sea la única forma en que pueda seguir mi rutina.
Allí, agradeciendo mis gráciles 1.46 metros entre el inodoro y el lavamanos, comencé mis tres saludos al sol.
Mi cuerpo se resistía con dolor y mi mente estaba nublada pero seguí hasta que, sin darme cuenta, mantuve un flow de una hora, aproximadamente. Y, recostada en Savasana, fui a mi lugar.
Llevaba un rato sin ir allí. Hace unos 7 u 8 meses, Kali me guió en una meditación que encendió mi fuego interno hasta arrasar completamente con mi prado. Todo lo que había construido y sembrado durante tres años quedó reducido a cenizas.
Excepto mi árbol. Excepto el río. Tampoco el sol, ni el viento, ni el cantar de los pájaros. La luna y las estrellas también se quedaron.
On Monday last week, I was awakened by screams, crying and hitting. I didn't want to, *more like I couldn't * continue breastfeeding.
Sayri has been hitting me for months. According to the internet, and other moms, I’m not the first nor will I be the last mom to experience this - especially with a 2 and a half years old. I don’t know. Sometimes I deal with it in a "good" way. Others, I lose it and the aggression comes from both parts. And on others-others days, like this one, I run to lock myself in the bathroom.
Lying on the bathroom floor, I felt upset. Wanting to scream, to run away. My eyes were tearing. Outside, the screaming continued. It was 7:30 am
I blamed Sayri for not being able to rest, for feeling bad, when a vision flashed in my brain; It was a page in my journal. Between colored highlighters and post-its, the daily routine for the beginning of my 2022 was written in great detail.
My day must start, it read, with postive affirmations in front of the mirror, followed by yoga, meditation and writing in my journal.
Well, I thought, if my alarms for the past few-who-know-how-many months haven't worked out, maybe waking up to that burst of energy is the only way I can go about my routine.
There, thanking my graceful 1.46 meters between the toilet and the sink, I began my three greetings to the sun.
My body was resisting the pain and my mind was clouded but I continued until, without realizing it, I maintained a flow of about an hour. And, lying in Savasana, I went to what I call my place.
I hadn't been there for a while. About 7-8 months ago, Kali guided me in a meditation that ignited my inner fire until the meadow was completely obliterated. Everything that I had built and planted for three years was burned to ashes.
Except for my tree. Except for the river. Neither the sun, nor the wind, nor the singing of the birds. The moon and the stars also stayed.
source
Esta vez, el valle estaba precioso. Todas las flores salvajes danzaban saludando al sol. Todos los olores, todos los colores y todas las canciones que tocaba el viento.
Inspiré y la luz dorada, mi luz dorada, cálida, llenó mis pulmones. Exhalé y todo el valle se bañó en oro. El sol también nos saludaba.
Y le vi.
Mi conejo blanco, como siempre, echó a correr al percatarse de que había advertido su presencia. Yo le seguí, como de costumbre, a su madriguera.
source
This time, the meadow was beautiful. All the wild flowers danced, greeting the sun. All the smells, all the colors and all the songs that the wind sang.
I breathed in and the golden light, my golden, warm light filled my lungs. I exhaled and the entire meadow was bathed in gold. The sun also greeted us.
And I saw him.
My white rabbit, as always, started running when he realized I had noticed his presence. I followed him, as usual, down his hole.
There, just a few inches below the surface - which felt like meters when falling down - was the most wonderful system of burrows / mazes I could have imagined. All the fruits grew underground, adorned by the kernels of the seeds. Giant crystals, pink and white, rose majestically every few meters.
It was my core. I saw my body as this burrow, with all its arteries. Pure fertile land, dark, abundant and imposing. Magnificent. My land, my body, thanked me for working it - for doing yoga. It also advised me to water it more often and to bathe it in a little more sunlight; I admit that I don't go out much (or never).
There I had the idea, in his burrow, in my burrow, of doing a general review of my energy centers just to see how I am starting this new year energetically.
sourceAnd this is how it went:
Speak only what you're sure of wanting to materialize in this world
source
Era mi núcleo. Vi mi cuerpo como esta madriguera, con todas sus arterias. Pura tierra fértil, oscura, abundante e imponente. Magnífica. Mi tierra, mi cuerpo, me dio las gracias por trabajarla — por hacer yoga. También me advirtió de regarla y darle un poco más de luz; admito que no salgo mucho (sino nunca) de casa.
Se me ocurrió allí, en su madriguera, en mi madriguera, hacer una revisión general de mis centros energéticos. Ver cómo estoy comenzando este nuevo año.
Así fue:
sourceCuarto chakra — Anahata: Miedo por mis senos; están en el área de corazón. Tengo unas llagas y una masa en ellos por los cuales he estado yendo al médico. Mis senis han sido el amor que alimentó y da aliento a mi bebé y yo me encuento luchando contra ellos. Nuevamente, me dicen que repita: soy buena mamá. Me dicen que pida a la siembra de la luna que solucione todo por mí. Que mi mente cese en la búsqueda de soluciones; todo se dará. Yo solo sigo los acontecimientos. Preocuparme y revolotear sin saber qué hacer es lo que agrava la situación.
Habla solo lo que estés segura de materializar en este mundo
Sexto chakra — Ajna: Si los dos ojos físicos miran afuera, el tercer ojo mira para adentro. Veo un mandala que resplandece en luz índigo. Mi arte, mi escritura, mi teatro y el arte de todos. Es ver mi mundo interno tanto como el externo. Moverme correctamente dentro de ellos para crear salud y armonía. Allí esta una parte muy sagrada de mí que necesita ser atendida con solemnidad.
Séptimo chakra - Sahasrara: Gracias a mis ángeles y espíritus guías, a mi Dios. Los siento y les agradezco cada abrazo, cada consejo. Su compañía y amor. Agradezco que me presten sus ojos para verme con la perfección y el amor incondicional en los cuales fui concebida y, así, a toda la creación.
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Excelente y bonita reflexión! El conejo blanco es una muy bonita metáfora que nos lleva a descubrír el mundo, nuestro mundo interno. Gracias.
Siii, gracias 💛💛💛