Hola querida comunidad Hivers, hoy les narrare un poco sobre mi hijo canino Lingo. Primero que nada, su nombre se debe a que cuando pequeñito olía de lejos a su mamá y se paraba en dos patitas en un paredón llorando, recientemente había visto una película de Netflix titulada "Milagro en la celda 7" con una escena parecida donde la niña buscaba a su papa y a través de un paredón le gritaba "Lingo, lingo" que en español se traducía a "Estrellita, estrellita", y sí, es mi estrellita y la luz de mis días.
Desde pequeño Lingo fue muy travieso, mordelón y juguetón, así alegra cada uno de mis días.
Ha sido mi compañero cuando voy a plantar, entreno, y hago postres.
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Jugar con la pelota y tomar el sol son su pasión.
Además de todo es mi compañero de trabajo.
Aunque a veces se duerme en la oficina y me mira feo cuando lo descubro.
Sin duda cada día su compañía llena mi corazón de felicidad.
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Hoy por hoy estoy de viaje y mis días son tristes pues lo extraño y me hace una falta enorme, días atrás estuvo muy malito con una enfermedad llamada "Tos de la Perrera", no comía, no jugaba y solo tosía muy feo, gracias a mi hermano y mi mamá que siguieron el tratamiento del veterinario basado en Antibiótico y buena alimentación en unos días mejoro y esta al 100%, activo como siempre, cada vez que hago una videollamada lo veo y pido fotos y fotos a diario.
Es así como mi corazón se alivia, se que está bien y no hago más que contar los días para regresar a verlo, se que cada día que pasa es un día menos.
Es increíble todo lo que un perrito nos puede mover a nivel de sentimientos en nuestra vida.