"Hello! Peru was a great experience for me! I want to share with you a bit about my trip. A couple of years ago, before the pandemic, my nephew opened a small restaurant and my brother invested some dollars in it. I went there to support the growth of the business and work at the restaurant for two months.
I learned a lot about investments in Peru, since there they calculate that a business should start generating profits after the first year of opening, which as a Venezuelan, we are not used to, since here we want to earn twice as fast.
It was difficult to leave my family in Venezuela, and see my daughters only through a screen. However, I also had to work hard at the job. Although I worked from 9 am to 12 midnight, at the end of the first month, sales were not working. So we decided to close and sell the business, which was achieved in less than a week.
After being unemployed, I looked for work in several places, finally I got to work at a spa and in a house that was being remodeled. Throughout my stay in Peru, I did not leave my discipline of praying every day in the mornings, and to not bother my nephew and those who were living with him, I would leave early to a park to pray.
In summary, it was a trip with difficult and sad moments, but also with pleasant and growth moments. I attended a Christian church and I was invited to a home cell where I met good friends and learned from the Bible."
¡Hola! ¡Perú fue una gran experiencia para mí! Quiero compartir contigo un poco sobre mi viaje. Hace un par de años, antes de la pandemia, mi sobrino abrió un pequeño restaurante y mi hermano invirtió algunos dólares en él. Yo fui allí para apoyar el crecimiento del negocio y trabajar en el restaurante durante dos meses.
Aprendí mucho sobre las inversiones en Perú, ya que allí calculan que un negocio debe empezar a generar ganancias después del primer año de haber abierto, lo cual como venezolano, no estamos acostumbrados, ya que aquí queremos ganar el doble rápidamente.
Fue difícil dejar a mi familia en Venezuela, y ver a mis hijas solo a través de una pantalla. Sin embargo, también tuve que esforzarme mucho en el trabajo. Aunque trabajaba desde las 9 am hasta las 12 de la medianoche, al final del primer mes, las ventas no funcionaban. Entonces tomamos la decisión de cerrar y vender el negocio, lo cual se logró en menos de una semana.
Después de quedarme sin trabajo, busqué trabajo en varios lugares, finalmente conseguí trabajar en un spa y en una casa que estaba siendo remodelada. Durante toda mi estadía en Perú, no dejé mi disciplina de orar todos los días en las mañanas, y para no molestar a mi sobrino y a los que estaban viviendo con él, salía temprano a un parque para orar.
En resumen, fue un viaje con momentos difíciles y tristes, pero también con momentos agradables y de crecimiento. Asistí a una iglesia cristiana y me invitaron a una célula de hogar donde conocí buenos amigos y aprendí de la Biblia.