El mundo de ahora definitivamente no es el mismo de ayer, está cambiando muy rápido, las nuevas generaciones son digitales nacen con la facilidad de adaptarse y de entender la tecnología rápidamente pareciera que nacen con ese chip incorporado, mientras que a nosotros nos cuesta mucho, ellos se adaptan fácilmente; pero realmente le están dando el uso adecuado y racional a este recurso.
¿Nuestros hijos y los jóvenes saben utilizar las manos?
Desde luego que estoy de acuerdo en avanzar, en seguir en la búsqueda de tecnología que nos permitan una mejor calidad de vida, pero en lo que no estoy de acuerdo es que las nuevas generaciones no tengan interés en usar las manos, no necesariamente como medio de sustento, sino como un recurso de sobrevivencia, sumándole a eso los beneficios que le aportan a nuestro cuerpo y mente.
En realidad no sabemos cuando esa tecnología nos falle o sencillamente no tengamos acceso a ella o mejor decir; porque no manejar las dos y ser más competitivos e integrales.
Muchos de nuestros jóvenes les cuesta utilizar un martillo, un serrucho, una herramienta para cambiar un neumático, en muchos de los casos no saben ni como se llaman.
Mis queridos lectores antes de abordar este tema consulté a una persona la cual estimo mucho y además es muy sincera a la hora de dar su punto de vista y esto fue lo que respondió:
"Nunca le permitimos a mis hijos usar la calculadora para hacer las tarea cuando eran niños. Con eso puedes sacar conclusiones de mi opinión de la dependencia de la tecnología. Me parece una obligación tocar ese tema; pues es evidente el deterioro intelectual y moral de las nuevas generaciones, que se han convertido en robots sin criterio propio, pues son adoctrinados y controlados sin ellos percatarse".
Sin duda alguna ella lo vio desde un punto de vista más profundo. Es necesario entonces que nosotros como padres y responsables de la educación de nuestros hijos trabajemos en función de un crecimiento integral.
Confieso que para mi no ha sido fácil comunicarme a travéz de este medio, a cada rato les solicito a mis hijos, ayudame aquí que no sé cómo central la foto, explícame cómo revisar los mensajes, cómo respondo los comentarios,
eso sin contarles el proceso que me llevó registrarme en la plataforma #HIVE, sin embargo nunca los escucho decir:
papá enséñame cómo se cambia el cilindro del gas, ¿cómo se reemplaza un toma corriente dañado? o ¿cómo se reemplaza la batería del carro, muchos de nosotros pedimos ayuda porque nos molesta depender de ellos y parte de esta falta de interés es nuestra culpa por no involucrarlos a la hora de realizar estas labores.
La reflexión a la que quiero llegar es básica, clara y necesaria:
Jóvenes obliguense a utilizar las manos, no tienen que abandonar la tecnología. Como decimos en Venezuela: "culantro es bueno pero no tanto" y a los padres saquen todo ése potencial de sus hijos y el día de mañana seguro se lo agradecerán.