Hogar
Periódicamente, en la holgura silvestre, existe un lugar llamado hogar en donde cohabitan los potros salvajes; esos que galopan atrevidamente en la serenidad de los prados, rodeados de gozo y jubilo natural... A veces los observo desde lejos, y me gustaría quedarme ahí; huir de la jungla pavimentada y escapar del caos para volverme uno con el herbazal; Poder correr, desatar el peso de mis preocupaciones y sentirme libre, una única vez. — Abrazar la imprudencia en un lugar donde, según los demás, no pertenezco... Un lugar llamado hogar...



Es mágico cuando observamos a la naturaleza. Ahí nos damos cuenta que somos parte de ella, y que sin importar lo que digan, podemos ser libres si tomamos la decisión de agradecerla.
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