Paciente agónico
Tengo la cara colmada
de besos sin remitente;
que, en días lluviosos,
pintaron mi corazón
y dibujaron sonrisas pasajeras.
Besos que recorrieron mi piel
Y me hicieron olvidar,
aunque por un efímero instante,
las espinas clavadas en ella...
Y es que en el amor
soy un paciente agónico,
¡Esa es la verdad! (aunque me duela).
Por ello apreciado mejor que el resto
los momentos de felicidad verdadera..


