Crónicas del Retrete

in GEMS4 years ago

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A manera de introducción.

Este libro ha venido gestando desde hace mucho tiempo, ya que escribir en sí un libro, no es simplemente abordar una temática de interés para el autor y el lector, es auscultar en busca de delirios literarios del Castellano y hacer una obra para los críticos, aceptable y para la editorial, remunerable. Eso es un libro en finísimos trazos, para mi humilde apreciación. Ahora ¿qué pasa cuando una persona normal, de suburbio andante, de completamente a píe, le da; sí le da, por escribir un libro?, cómo realmente me ha afectado en estos últimos años cosa que me tiene ronco el cerebro, inflamado el sentimiento y afiebrada la conciencia, en pos de conseguir -pero ir en su caza primero- un mejor entendimiento y amor por la lectura diaria, siendo que las excusas para no leer son tan variadas y todas tan creíbles que justamente, en pocos años, leeremos por imágenes, iconos, luces, y qué sé yo, cualquier cosa a la que podamos obedecer y que prenda y apague (transhumanismo).

El hábito de la lectura en Venezuela es inversamente proporcional al también hábito de beber cerveza en la calle, el botiquín o en donde sea; lo cual hace de la cultura de nuestro pueblo, una cultura del Meridiano, una cultura beisbolera, caballisticaterminalosa, controlando los organismos vivientes (léase homínidos rasurado) con componente psíquico y todo, convertidos a cero vivientes semiconsciente. Cada edad tiene su programa conciencial y su componente psíquico; todo lo que usted está viendo lo está aprendiendo positiva o negativamente. Y en este punto entramos a las fronteras de la conciencia, discernimiento, ¿con que me quedo? y ¿que dejó ir?. Cabe preguntarse si la enseñanza y la conciencia libre que le falta al negocio mass-media es el que sobra en los libros, qué es el de crear fluidos límbicos de la imaginación, esos que te llevan a tu camino particular “tuyo de ti mismo” (¡!). Es lo que se proyecta mentalmente después de leer (0.158 nanosegundos) después en tu mente.

O sea, la imaginación de esta lectura inmediata, que trasciende lo real, es completamente suya.
La lectura es un gimnasio para la mente profunda, lo que llamamos conciencia. Cualquier cosa que lea, usted la debate primero consigo mismo que con nadie. Tiene Libertad para meditar en el asunto. Contrario es el caso de la transmisión de mensajes en masa, que sabiendo sus artífices de las efectivas técnicas, se introducen en el subconsciente colectivo sin derecho a réplica. Y mucha gente es víctima hoy de esa ociosidad del Sistema Cabal Matrix.
La lectura sin embargo es tan llamativa en su formato íntimo (el libro de papel) qué bien pueden compartir con nosotros en todos los lugares en los que un viviente habita. Se pueden llevar como una novia, de la mano, lloramos ante ellos como a nuestros muertos, son excelentes compañeros silentes de las colas y de la espera al dolor en cualquier clínica dentaria, compañeros del fin de semana que huelen a bronceador, viejos amigos con tufito a humedad, de viejos que están; ¡esos me encantan!.

Cualquiera en el poco tiempo que ocupa en conseguir mieses diarias, él tan poco tiempo de sueño que cobija los sueños mismos, en el escaso tiempo que usted tiene para deglutir (sí, deglutir) los nutrientes de la mecánica hormonal y la capsula de carbono que porta cédula de identidad, en esos instantes de vida misma en la que se ama al prójimo o al más próximo, No seré yo quien le quite con la lectura de este libro tan formidables pedazos clasificados de vida (tiempo de trabajar, tiempo de llorar, tiempo de amar, tiempo de matar al tiempo).
Yo esperaré nomás, que alguien esgrima la utilísima frase de los irresponsables No lectores qué es, "cómo voy a leer, si no tengo tiempo ni para c....ar." horrible frase de uso común del que se siente acosado por el tiempo lineal. Y ahí exactamente quería yo llegar para de una vez por todas usted paciente lector, se entere de cómo es mi plan para motivar a la lectura en su tiempo" libre" y que de paso tenga usted un inicio para tomar lecturas más profundas que las que aquí contaremos por un número indeterminado de páginas.

Cómo el hecho de escribir un libro amerita conocimiento autorizado del tema y corrida, sino esbelta pluma, para que el avezado ojo del lector reconozca que se puede dedicar unos minutos -nada más- a la lectura de temas que van de lo particular al todo y del todo a la nada. Así es. Suena descalabrado y carente de un buen final, porque es todo y es la nada. Y es factible que olvidemos de dónde venimos pues encontrándonos en el estado en que nos encontramos, es evidente que hemos perdido la pista años ah. Y nos hemos acostumbrado a adaptarnos. Nos adaptamos a todo. Y a la vez somos de ser anárquico y transgresores. Nos saltaríamos costumbres nuestras para ir aunque sea por un solo bocado a costumbres de otros lados por no decir extranjeras que suena a xenofobia.

Me propongo hacer malabares con mis historias personales. Historias de la ciudad de Barquisimeto y de más allá hasta donde no me alcanzan los ojos (qué dijo Azahar mi hija cuando tenía 3 años), historias buenas, malas limpias sucias (casi en todas nuestras historias urbanas emerge la porquería bien descrita y simpáticamente narrada), historias que tienen que ver con el curso de la vía láctea (que grande eres Silvio) y otros tipos de cuentos incontables que no tendré ningún empacho en disecarlos, resetear sus cursos y exhibirlos al público en general (los cuentos y el público).
Historia local la llaman. “Muy personal” la llamo yo. Pero no voy a localizarla en un espacio definido de mi barrio o de mi ciudad. Son las historias que a todos nos han pasado. Cambiemos fechas y personajes y no cambia nada. Esencia del pueblo. Somos una tela, lo que sucede a uno le sucede a todos. Es cierto, véase reflejado en una chanza de la que aquí expondremos, o recuerde una parecida, ríase, llórese, o haga lo impropio con la página de este libro. Pero Léalo en condiciones especiales, Léalo en el baño. Con la acción segunda. Le hago referencia a la frase anteriormente descrita: ¿Cómo voy a leer si no tengo tiempo ni de ir a c....r?, no se usa sólo para esquivar el delicioso néctar de la lectura, se usa literalmente para todo lo que no queremos, no nos interesa o no nos gusta hacer. Pero cuando la carga de conciencia que aloja cuando se refiere a la lectura es avasallante, evitamos el saber porque la ignorancia es muy cómoda, no genera compromisos ni responsabilidades. (Don´t worry be happy).

Así que descubierta la estratagema, sólo le queda a usted de su agitada vida el momento libre de ir al baño y es aquí donde podrá disfrutar, si cabe la palabra de una cómoda y ligera lectura que le hará relajarse de tal manera que usted se volteara como una media en esa fragancia, esa práctica diaria o casi diaria de todo ser que coma más o menos decentemente.
Este ejemplar lleva un hoyito en una de sus esquinas para que login de al lado justo de su poceta justo ahí haciendo combo al otro papel no tan ortodoxo qué llaman tale (parece africano).
Al final del libro también encontrarás una tabla de traducción de las vulgaridades y populismos tan comunes como tan expresivos de nuestra habla autóctona. He querido evitarme las palabrotas pero un cuento sin groserías pierde su sabor de calle y pasa estúpidamente al salón de los cuentos malos. Así que para que pueda ser leídos por los niños y niñas he decidido hacer mutilaciones, que no abreviaturas, a estas soeces expresiones a fin de limpiar mi obra sin quitarle el susito al perro caliente, así dispondrá de un texto "en veces" plagado de mutilaciones que no dicen nada pero que se transforman en su mente con la debida entonación y fuerza vocal que el caso amerite. Es una manera decorosa de salir del asunto folklórico y folclórico que requiere un buen ""chaleco"" callejero,
sin más, empiece usted a arrancar hojas en cada parada, en cada mueca de su cara, en cada puja, que yo lo estaré esperando en la "bajaita". ¡Buen Provecho!.

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A manera de advertencia.

¡No fue fácil!. De verdad que no lo fue. Arrancar a pasar a papel el libro que me había planteado hace ya un año fue una tarea de autoconocimiento progresivo. No todo el tiempo pensaba en este asunto; yo también trabajo. Soy agricultor y artista plástico y el tiempo en tales actividades no sobra ni de casualidad. Pero en vista de la "necesidad" interior que requería atención urgente, también conspiraron circunstancias que me dieron un reposo empezando el año de 2010, precisamente el mes de enero en sus finales, escribo lo que puede llamarse una inquietante lista de excusas a sus posibles lectores sobre características de su elaboración por una persona que afirma "confieso que no he leído lo suficiente" pero que apuesta a la premisa de "escribe que algo queda".

Lo elemental de esta obra será su sinceridad, tal vez su ingenuidad, en ese creer cotidiano donde aprovecharé de reírme de mí mismo, porque los errores cometidos se cantan en desventuras no sólo para mí, para todos funciona igual esa ley. Cometer errores de redacción, utilizaré paréntesis sobre paréntesis y uno que otro corchete, romperé el hilo de la trama para desvariar sobre temas que se me antojan lejanos y ajenos a lo que cuento. Atrocidades miles encontrarán sin pretender en momento alguno endilgársela a terceros o supuestos duendes de taller.

Otra disculpa anticipada requiere el hecho de que mis historias, ajena a las suyas, ocupen lugares comunes o véanse encontradas en ideología, conceptos, creencias y demás artificios de la existencia, pido disculpas y respeto la posición de cada quien. Nada más acorde de quién espera ser leído y entendido.
Una disculpa más (Santo Dios). A mis personajes del cotidiano, a los que haré referencia, vivos o desencarnados felices, porque la historia la hemos hecho entre todos para que la escribieran unos pocos, Sí a ver vamos. Lo juro, trataré en lo posible de no caer en la crítica desmedida que algunas desventuras requerirían. Más bien buscaré para ustedes la moraleja del asunto. Trataré de aprender Y meditar lo escrito, Esa será mi catarsis necesaria para convencerme de que la casualidad no existe. Estamos juntos porque nos buscamos, somos iguales porque somos uno en la variedad. Somos elegidos para que en el gran grupo que habitamos el planeta, configuremos un gran rostro sonriente al que llamamos Dios. ¿Y si no somos eso? Entonces qué somos?

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Estas historias las ecribimos todos los días.........................