Les contaré brevemente la historia. En mi último año de bachillerato hice la prueba OPSU para ver si quedaba en alguna de las universidades públicas del país. También realicé una prueba de admisión en una universidad privada. En ambas me aceptaron, solo que, el cupo para la universidad pública me salió para la carrera de filosofía (para empezar en marzo de 2016) y el cupo en la universidad privada era para la carrera que siempre había querido, psicología (para estudiar en septiembre 2015). Entonces decidí estudiar psicología en la universidad privada, que era la carrera que realmente me apasionaba.
Así, me mudé a Caracas a los 16 años para estudiar psicología en la Universidad Católica Andrés Bello, una de las carreras más exigentes de esa universidad. El primer semestre no tenía internet en la casa en la que vivía, y tampoco tenía mucha vida social, entonces me pasaba todos los días estudiando. Realmente recuerdo con mucho cariño esa época en mi vida, entre libros, empapándome de mucho conocimiento. La verdad es que el primer semestre se me hizo bastante fácil, y cuando ya lo estaba terminando decidí aprovechar el cupo para estudiar filosofía en la Universidad Central de Venezuela.
Estuve 1 año y medio estudiando ambas carreras. Me despertaba a las 5 de la madrugada para salir a tiempo desde la estación de metro Chacao hasta Antímano, para ver clases en la UCAB. Al medio día, de la estación Antímano me iba en metro hasta la estación Ciudad Universitaria, para ver clases de filosofía en la UCV. Luego de la universidad me regresaba nuevamente en metro hasta Chacao. Me dormía todos los días a las 12 de la noche, repleta de libros, asignaciones y exámenes.
Las dos carreras, a pesar de que requerían muchaaaa lectura, eran distintas. En la UCAB los profesores eran exigentes y estrictos, muchas veces nos trataban como niños. En la UCV las clases eran tertulias, aprendíamos discutiendo, no memorizando. También nos trataban como adultos porque toda la clase estaba llena de adultos. Yo era la más chiquita del grupo, pero la media de edad era 30 años, e incluso estudié con alguien que tenía 60 años. Lo más enriquecedor de estudiar filosofía fue que ninguno la había escogido como carrera principal, entonces ahí estaba yo hablando con matemáticos, informáticos, abogados, artistas, y docentes sobre los tópicos más apasionantes de la filosofía.
En la UCAB me costó mucho hacer amigos, se me hizo muy dificil ajustarme a conversaciones sobre fiestas y cosas en caracas que yo desconocía. La UCV me dio la oportunidad de conocer a las mejores personas que he conocido en Caracas, todos eran generosos, ávidos de conocimiento, empáticos y respetuosos. Más tarde conocí a gente realmente maravillosa en la UCAB, y me di cuenta que tenía muchos prejuicios sobre las personas que estudian en universidades privadas.
Viví en dos mundos distintos, la realidad de la universidad pública y la realidad de la universidad privada. En la UCAB, veía a muchas personas dándoles parte de su almuerzo a los perritos de la universidad, en la UCV, una amiga llegó a confesarme que solo había comido una galleta ese día.
Tuve que dejar de estudiar filosofía en la UCV porque empecé a descuidar mi carrera principal, psicología, mi verdadera pasión. Empezó a ser humanamente imposible estudiar las dos carreras en distintas universidades. Realmente no estaba aprendiendo, no estaba disfrutando mi etapa universitaria.
Sin embargo, hoy recuerdo ese año como uno de los años más felices y movidos de mi vida. Siempre agradezco a los profesores y a mis compañeros de clases en ambas universidades porque hicieron que el proceso fuese más sencillo. También agradezco mucho a mis padres, que me apoyaron desde el día en el que inscribí mi primer semestre en la UCV hasta el día en el que tuve que retirar todas las materias. ¡Ay, me puse muy nostálgica!
Gracias por leer amigos, nos vemos en la próxima.
Los primeros semestres son una época maravillosa, pasas de "medio estudiar" en el liceo a sumergirte en los libros y empezar a experimentar cambios significativos. Debe haber sido duro llevar dos carreras al mismo tiempo, sobre todo con el deterioro del transporte. Saludos.