¡Bienvenidos a mi mundo, mi vida, mis letras!
Llevaba mucho tiempo sin escribir, esta vez por muchas razones, así que era justo retomar ese hábito y al menos realizar una actualización sobre mi vida, para abrir mis pensamientos a mi comunidad.
El año 2021, fueron doce meses retadores para mí. Realmente parece un cliché, un cuento de hadas o una novela famosa, pero mi vida se trastocó y tuvo una serie de cambios trascendentales que me ayudaron, que me hicieron ser un poquito más feliz por pequeños detalles y también existieron momentos agridulces, donde mi salud mental fue lo más importante. Sin duda alguna, el amor propio, la comprensión, el análisis y la inteligencia, fueron las mejores decisiones. A menudo, no soy muy abierta al contar mis pensamientos, que, en verdad, son un montón, aunque consideré que esta era una bonita oportunidad para inspirar.
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Diciembre fue un mes magnifico, treinta días y uno más para cerrar con broche de oro, varios meses de plenitud. Quizá no lo compartí por aquí, pero la despedida de año fue inmensamente grata y reconfortante, fue un momento que siempre querré atesorar por lo que me quede de memoria, quizá es repetitivo, pero esos últimos minutos del año, me daba cuenta de lo afortunada que había sido, sin pensarlo, ni esperarlo, resultó uno de los mejores años de mi vida, con una pandemia y una serie de acontecimientos como: mi primer día en la universidad, conocer nuevas personas, mi primer trabajo, asumir responsabilidades propias de la adultez, cumplir los 19, salir a disfrutar de sí misma y compartir con la familia (los pequeños momentos, que serían un preciado tesoro), aumentar mi amor por mis mascotas Pelussa y Gata, además recibir a tres hermosos gatitos, que por cierto, ya dos de ellos, fueron adoptados por familias que los amarán, cuidaran y brindaran la calidez humana.
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Enero para muchas personas, es el mes de los nuevos comienzos, de inicios, propósitos por cumplir, metas, deseos, aspiraciones, pero sinceramente para mí, fue todo menos eso. El mes de enero, fue un mes que, aunque venía de vivir momentos grandiosos, que me habían recargado el corazón y me llenaron de buena vibra, simplemente no tenía ganas, ni animo de despertarme y volver a la realidad, tenía apuntes que hacer y no me apetecía.
Finalmente, el mes de enero se acabó, y ahora es cuando más pienso, confío y considero que: todo tiene su tiempo, hay días para divertirse, momentos de desánimo, razones para sonreír, causas que nos originan desconcierto, noticias que te revuelven el alma, lluvias que te permiten bailar, una luz al final de una etapa, amaneceres brillantes que nos brindan una casualidad perfecta y un sinfín de cosas por las cuales puedo escribir, aunque muchas veces no me salgan las palabras. Enero, mes de los nuevos comienzos, tal vez, no es como lo esperé, pero… me alegro en el fondo, de encontrar una razón para plasmarla en papel.
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Nuestras emociones (felicidad, tristeza, desanimo, desagrado, orgullo, entre otras) juegan un papel fundamental en la vida diaria. Este mes, rompí un patrón que se impuso en mi vida por mucho tiempo, el cual era: tener metas fijas, controladas y un montón de pasos para trazar un camino, así que me quedo con una pequeña lección: hay tiempo para todo, para sonreír y llorar, para luz y oscuridad, para paz y guerra.
Este año, simplemente fluir con la vida y el momento presente. Con cariño, Valentina.
Si desaparezco por aquí mucho tiempo, discúlpenme… Sígueme en Instagram @rosesbyval para recibir mi contenido de inspiración en fotografías de la naturaleza: animales, paisajes, mis hermosas mascotas: Pelussa, Gata y el nuevo integrante (por ahora de la familia, hasta que aparezca algún dueño) llamado: Chimuelo, con cariño apodado: Chimuelin.
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Welcome to my world, my life, my letters!
I hadn't written for a long time, this time for many reasons, so it was only fair to pick up that habit and at least do an update on my life, to open up my thoughts to my community.
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The year 2021 was twelve challenging months for me. It really seems like a cliché, a fairy tale or a famous novel, but my life changed and had a series of transcendental changes that helped me, that made me a little happier by small details and there were also bittersweet moments, where my mental health was the most important thing. Without a doubt, self-love, understanding, analysis and intelligence were the best decisions. Often, I am not very open in telling my thoughts, which, in truth, are a lot, although I considered that this was a nice opportunity to inspire.
December was a magnificent month, thirty days and one more to close with a flourish, several months of plenitude. Maybe I did not share it here, but the farewell of the year was immensely pleasant and comforting, it was a moment that I will always treasure for what is left of my memory, maybe it is repetitive, but those last minutes of the year, I realized how lucky I had been, without thinking or expecting it, it was one of the best years of my life, with a pandemic and a series of events such as: my first day at college, meeting new people, my first job, taking on responsibilities of adulthood, turning 19, going out to enjoy myself and share with the family (the little moments, which would be a precious treasure), increasing my love for my pets Pelussa and Gata, plus receiving three beautiful kittens, which by the way, already two of them, were adopted by families who will love them, take care of them and provide human warmth.
January for many people, is the month of new beginnings, of beginnings, resolutions to fulfill, goals, desires, aspirations, but honestly for me, it was anything but that. January was a month that, although I had just lived great moments that had recharged my heart and filled me with good vibes, I simply did not feel like waking up and returning to reality, I had notes to do and I did not feel like it.
Finally, the month of January is over, and now is when I think, trust and consider that: everything has its time, there are days to have fun, moments of discouragement, reasons to smile, causes that originate us bewilderment, news that stir your soul, rains that allow you to dance, a light at the end of a stage, bright dawns that give us a perfect chance and countless things for which I can write, although many times the words do not come out. January, month of new beginnings, maybe, it is not as I expected, but... I am glad, deep down, to find a reason to put it on paper.
Our emotions (happiness, sadness, discouragement, displeasure, pride, among others) play a fundamental role in daily life. This month, I broke a pattern that was imposed in my life for a long time, which was: to have fixed, controlled goals and a lot of steps to trace a path, so I am left with a small lesson: there is time for everything, for smiling and crying, for light and darkness, for peace and war.
This year, just flow with life and the present moment. Love, Valentina.
If I disappear around here for too long, excuse me... Follow me on Instagram @rosesbyval to receive my inspirational content in photographs of nature: animals, landscapes, my beautiful pets: Pelussa, Gata and the new member (for now of the family, until some owner appears) named: Chimuelo, lovingly nicknamed: Chimuelin.
Thanks for reading and supporting my inspirational content! See you another time! / ¡Gracias por leer y apoyar mi contenido de inspiración! ¡Nos vemos en otra oportunidad!
En proceso de maduración, estás discerniendo.