Purgatorio - Un poema / Purgatory - A poem

in GEMS4 years ago

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Purgatorio


Un hombre se mira en mi espejo
y yo lo observo desde adentro, pero lejos,
adivinando sus rasgos de memoria,
su pose atrevida, su historia.
La apariencia de sus ojos huidizos
se encendió en el fuego de dragones voladores
y en el par de agujas que dan vueltas.
Subyugado, enredado en las extrañas distorsiones
de la noche plateada y sus prisiones,
él se mira frustrado, lleno de escarcha en la frente,
de anhelos, bigotes de hiel y veneno
por mi cuerpo perdido que se hunde suavemente
en lugares imaginarios que rara vez son miel
para los rostros endurecidos por la mente cruel.
Él se mira a sí mismo y yo me miro en él.
En el lado oscuro de su luna hay vida hostil,
arácnidos gigantes que tejen sin descanso,
siluetas que reptan con bífidas lenguas,
hydras que sofocan como hiedras,
mientras que nosotros, acurrucados,
cada uno en su propia orilla,
enfrente de una marea de plata,
donde las enredaderas, como olas, serpentean
los vastos caminos que nos distancian,
batallamos en una guerra fría.
Insomnes, perdemos el sueño de almohada,
mientras se estremece de miedo,
por las discordias temporales, nuestro cielo.
Así transcurren nuestras cortas vidas en el hielo,
a pesar de que yo grito: ¡Estoy aquí en el espejo!
Pero él no me oye, sólo se mira a sí mismo
y se pierde en los surcos debajo de sus ojos,
en su cabeza brillante sin plumaje
que se abraza a cualquier esperanza
de regresar el tiempo, a pesar del viento
y, mientras tanto, nos rompemos en pedazos.

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Dark by 412designs in Pixabay


Purgatory


A man looks at himself in my mirror
and I watch him from inside, but far away,
guessing his features from memory,
his bold pose, his history.
The look of his fleeing eyes
ignited it the fire of flying dragons
And the pair of twirling needles.
Subjugated, entangled in the strange distortions
of the silver night and its prisons,
he looks frustrated, full of frost on his forehead,
of yearnings, whiskers of gall and venom
for my lost body that sinks softly
in imaginary places that are rarely honey
for faces hardened by the cruel mind.
He looks at himself and I look at myself in him.
On the dark side of his moon, there is hostile life,
giant arachnids that weave relentlessly,
silhouettes that crawl with forked tongues,
hydras that suffocate like ivy,
while we huddled,
each on his own shore,
facing a silver tide,
where the creepers, like waves, meander
the vast paths that distance us,
we battling in a cold war.
Sleepless, we lose our pillow sleep,
as it shudders with fear,
by temporal discords, our sky.
Thus pass our short lives on the ice,
though I cry out: I'm here in the mirror!
But he doesn't hear me, he only looks at himself
and loses himself in the furrows under his eyes,
in his shiny head without plumage
that embraces any hope
of turning back time, despite the wind
and, in the meantime, we break into pieces.


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@zeleiracordero

09/02/2021


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