A veces las cosas no llegan al fin
como uno quisiera no siempre se dan
se quitó su velo, retiró el carmín
cortó su cabello y cerro el desván.
Laura estaba desecha, el amor de su vida se había casado con otra mujer. Recordó a cuantos pretendientes había rechazado antes de conocerlo, recordó como adquirió la cabaña justo enfrente de la iglesia solo para verlo y ahora después de diez años de un luto inventado, regresaba a la luz del día para tratar de acabar con su depresión.
Se convirtió en una mujer muy activa, ayudaba al nuevo párroco en la organización de todos los eventos, daba catecismo los sábados y trataba de estar acompañada todo el tiempo para no llorar.
Después de varios años conoció a su amiga Amparo quien le enseño todo lo que sabía sobre diferentes tipos de baile. Fue así como Laura salió adelante, pronto fue conocida como el alma las fiestas, su sonrisa era encantadora, hacía sonreir a todo mundo con su presencia.
-Debe ser la mujer mas feliz del mundo- decía una niña quien la describía como una princesa. Pero al llegar a su casa, Laura lloraba amargamente...
Hola amigos. La historia de Doña Laura de Tequetetán empezó en la parte tres que escribí hace dos años link
Recientemente escribí la parte uno link Saludos
Historia, fotografía y personajes
Con el paso del tiempo Laura fue capaz de florecer después de crearse unas expectativas sobre alguien que nunca le correspondió, el mejor amor que tenemos es el amor propio y ese podemos cultivarlo todos los días.
Sus espectativas eran altas, tenía bien claro lo que quería desde la preparatoria, pero cuando se enamoró, fue de alguien que ya estaba comprometido. Más con el paso de los años empezó a invertir el tiempo en ella misma.
Laura solo necesitaba amarse así misma, pero seguro que así cómo aprendió a sonreír, también aprenderá a valorarse.
Aprendió a organizar sus metas en función a ella misma y finalmente no solo encontró el amor, si no que también aprendió a ayudar a los demás realmente.