Querida gente de #talentclub, he estado desde el inicio sin dudar ni un segundo de que se harían cosas buenas y mejores. No llegué al aquí por casualidad, ni solo persiguiendo una remuneración. Vine y me quedé porque sabía que mi trabajo sería valorado también de otra forma. Me quedé por los amigos que aquí hice, por los cuentos que leí, por los poemas con los que soñé, por las risas; por todo lo que pude escribir y dibujar. Sin este Club acompañando mi camino, no hubiera hecho ni la mitad de lo que hoy puedo mostrar como crecimiento.
Me costó mucho abrir este post, porque siento que un extraño se ha permitido cerrar la puerta de la que siempre he sentido mi Casa, independientemente de mi actividad en la plataforma. A ese extraño me gustaría decirle que acaba con algo bueno.
Quien se escuda en los purismos, debe revisar muy bien su manto, no sea que lleve la túnica del censor.
Veo también en este post que, fiel a su espíritu resiliente, @dresden prepara nuevas exploraciones. Ojalá haya un lugar para mí en esa caravana, porque me embarcaría sin dudarlo. El Club es su gente y la energía que @dresden supo conciliar en torno al núcleo de la creación (y @marpa supo ayudar a balancear). Seguirá vivo su espíritu porque seguiremos aquí, haciendo lo que el Club nos enseñó en su andar y evolución.
Los he querido mucho, amigos, a veces de cerca, a veces desde afuera de este mundo y ustedes han retribuido ese cariño de muchas hermosas maneras. No es poca cosa.
Gracias, @dresden.
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