Madrid, 14 de Marzo de 2020, el Gobierno español declara estado de alarma...
Es así como comienza la cuarentena nacional debido al crecimiento acelerado de los casos de contagio por Covid- 19 (coronavirus).
Inmediatamente le aviso a mi esposo que se encontraba trabajando que debíamos ir al mercado por comida ya que no sabíamos cuanto tiempo duraría todo esto.
Tal vez imaginé que podría durar unos 15 días, lo que jamás pensamos fue en todo lo que vendría.
Nos dirigimos a realizar las compras, para nuestro asombro nos hayamos ante estantes vacíos, si, nosotros como buenos venezolanos nos sentimos en un dejavu
Nos surtimos de comida como para unos 15 días, según nuestro cálculos en ese tiempo ya se debía haber solucionado todo, pero no fue así, el Gobierno cada semana extendía más los días de confinamiento.
Los primeros días no sentíamos nada extraño, diría más bien que en medio de todo el caos estábamos felices por estar juntos, mi esposo dedica 14 horas a su trabajo por lo que compartimos muy poco, estos días se estaban convirtiendo en tiempo de estar en casa con la familia.
2 Horas Cruciales
2 horas al día eran cruciales, las 12:00m y las 8:00pm
Digamos que una mala y la otra buena. A mediodía nos informaban a través de un reporte diario del número de casos que iban en ascenso y tristemente de los fallecidos en las últimas 24 horas, los datos no eran alentadores y entendíamos que se necesitaban más días de confinamiento
Mientras que a las 8:00 pm cada quien desde su balcón, nos uníamos con un mismo fin, honrar con aplausos al personal sanitario que día a día libraban una ardua batalla contra el contagioso virus, poniendo en riesgo sus propias vidas.
#YOMEQUEDOENCASA
Con ese lema se nos instaba a seguir en casa por 15 días mas, ya era la tercera extencion de la cuarentena y mi esposo tenia casi 1 mes sin ir a su lugar de trabajo, todo los restaurantes habían cerrado, mi nena ya no iba al cole y yo había enfermado misteriosamente de una infección respiratoria que prendió nuestras alarmas, la fiebre no cedía ni con antibióticos.
Nos toco llamar al servicio de emergencia una noche que entramos en pánico porque no podía respirar, tenia todo los síntomas, pero estaban tan colapsados los hospitales y con enfermos de gravedad sumado a la falta de pruebas diagnosticas que decidieron realizar las pruebas solo a aquellas personas que se reportaran casi moribundas pero por 5 días me monitorearon vía telefónica, me llamaban para ver como evolucionaban los síntomas.
Después de 14 días de pedirle a Dios que no tuviese el virus, comencé a mejorar, yo quería estar bien para mi hija y mi esposo. Hasta el sol de hoy no sabemos si fue coronavirus u otra cosa.
Madrid Desolada
La ciudad de Madrid, una de las mas turísticas de Europa tenia una cara completamente distinta a los que conocemos. El bullicio, tráfico y turistas por doquier ya no eran la orden del día, la ciudad se había convertido en un desierto de concreto. Algo nunca antes visto.
Mi esposo le toco trasladarse varios días hasta su trabajo por lo que en el trayecto capturo unas imágenes realmente asombrosas para lo que sabemos la vida que tenia la ciudad.
Puerta del Sol
El Callao, Gran Via.
LO QUE EL VIRUS CAMBIÓ
No todo ha sido negativo en este encierro, a nosotros nos ha permitido estar más unidos como familia, pasar tiempo de calidad que antes no teníamos, descubrir nuevas habilidades, tolerancia entre pareja, colaboración pero sobre todo saber el verdadero valor de la familia y de lo afortunados que somos en tener salud.
Nos tocó ver escenarios tristes, despedidas de familiares, personas que no tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos.
Aún así toda esta situación despertó solidaridad los unos con los otros.
Pienso que el mundo no será igual después de que todo esto pase, porque pasará y se convertirá en el hecho más trascendental, en lo que detuvo al mundo por más de 3 meses, lo que tanto caos creo y a su vez permitió sanar al planeta de tanta contaminación y por qué no? a nuestras conciencias también.
Aprendimos también que nos pueden quitar los restaurantes los cines los parques pero no nuestros talentos, aquellos por los que tal vez antes cobrábamos o pagábamos entrada y que aprendimos a compartirlos con nuestros vecinos desde el balcón.
De que frente a este virus no existen países desarrollados o no, si no naciones que enfrentan una misma situación unos más graves que otros, pero que por primera vez todos los países se unen en búsqueda de una solución para dar fin a este condenado virus.
fueron y son días difíciles los que estamos viviendo porque aún esto no acaba, de hecho al momento de escribir este post estoy escuchando en la televisión un reporte de rebrote en algunas ciudades de España.
nos queda seguir cuidándonos como hasta ahora lo hemos hecho.
Ser fuertes y mejores personas.
Les envió un fuerte abrazo a los que de una u otra forma se han visto afectados directamente con esta situación y mis mejores vibras para que salgamos de esto.
les comparto unas de las canciones que se ha convertido en el himno motivacional de España para estos días de confinamiento, la solíamos cantar desde el balcón.
Hola, de acuerdo contigo, nuestros talentos son inigualables. Aunque en apariencia dos personas hagan lo mismo, como en la cocina la sazón es diferente .
Gracias por las bonitas fotos ☀️
Gracias a ti por visitar y leer mi post. Un abrazo.
Estimada @yaniria1: recuerdo perfectamente ese día y también la víspera, que cayó en viernes. Y a partir de ahí, mi vida no fue tan diferente a la tuya, en éste, el Madrid de mis amores, donde nací hace...¡qué curioso, ahora mismo me ocurre igual que a Miguel de Cervantes con cierto lugar de la Mancha, que no quiero acordarme!. La única diferencia, es que, en tema de salud, afortunadamente, no me he resentido en ningún momento, si bien, si diré que he tenido que vivir en unas condiciones realmente surrealistas, donde a falta de cocina, que no trajeron precisamente aquél famoso viernes pre-estado de alarma, he tenido que fantasear con el bendito microondas. Yo también he salido a mi ventana, todas las noches a las ocho en punto para aplaudir a nuestros sanitarios. Y también he asistido, indignado, a muchas injusticias que se han dicho contra los madrileños y su afición a viajar; a muchas injusticias que se han cometido con nuestros mayores y no sólo en las residencias, cuya gestión fue un espantoso abandono legal; los cientos, miles de personas fallecidas en soledad, sin que sus familiares pudieran despedirse de ellos y habilitándose lugares como el Palacio de Hielo, como morgues. He visto y he sentido vergüenza ajena, como en algún pueblo de Andalucía, cuyo nombre tampoco quiero recordar, algunos indecentes cavernícolas, autenticos cobardes sin vergüenza ni valores, se manifestaban y amenazaban a autobuses de personas mayores que eran trasladadas por humanidad a una residencia cercana. He visto muchas cosas que no me han gustado, pero también he visto que los madrileños no somos diferentes a nadie, que también sabemos ser solidarios y respetuosos, que amamos la vida y que en nuestra ciudad, que se enteren ya de una vez, todos aquellos que nos critican y nos culpan de todos sus males, en nuestra ciudad, como digo, recibimos a todo el mundo. Y si fuéramos tan egoístas como esos que tanto nos critican, también podríamos decir que a nosotros nos trajeron el virus desde el aeropuerto de Madrid-Barajas. Pero no lo somos, somos un pueblo luchador, un pueblo que sabe estar ahí cuando se le necesita y un pueblo, que poco a poco, y tomando las debidas precauciones, volvemos a llenar de color (o mejor dicho, de multicolor, pues nuestra tolerancia nos hace ser destino de miles de inmigrantes, a los que no privamos ni de sus derechos ni de sus tradiciones y con los que nos mezclamos sin reparos) esas calles que hacen, como bien dices, una ciudad multicultural y de puertas abiertas. Me ha gustado mucho tu exposición, con la que me solidarizo. Pido perdón por la extensión de mi comentario, pero no lo he podido evitar: Madrid se siente, te deseo mucha suerte en el concurso, la mejor de las suertes en tu vida y te envío un afectuoso saludo.
Lamento mucho tu situación, pero estoy segura que saldrás aadelante. Aprovecho la oportunidad de agradecer porque simplemente los madrileños han hecho lo mejor que está a su alcance.
Mil gracias por dejar tu comentario y compartirnos tu experiencia. Saludos y un gran abrazo.
Nos ha cambiado tanto esta experiencia, leerte me hizo vivir todo desde tu perspectiva, vamos a salir pronto de esto. 🤗🦋
Amén mi amiga @zullyscott, porque es horrible salir con el caloron y con el tapabocas. No se aguanta!
Las imágenes que registró tu esposo, dejan ver la magnitud de esto y aunque nunca sabremos si llevabas el virus, si sabemos que ahora estás bien y agradecemos eso, tu salud y bienestar.
Saludos @yaniria1 :)
Gracias bella @marpa cuan agradecida estoy con Dios por recordar esos días como un susto. Las fotos son impactantes porque la ciudad siempre se ha caracterizado por la gran afluencia de turistas. Momentos para reflexionar.
Las fotografías de las calles desoladas de Madrid son estremecedoras.
Me lleno de emoción cada vez que leo estás frases. De verdad, podemos ser mejores personas en todo momento pero indudablemente el Covid-19 ha sacado nuestros mejores valores.
Un abrazo desde Venezuela
Si, la verdad es que impactan mucho, esperemos que pronto salgamos de este virus. Me alegra mucho que te gustara, gracias por leer.
#posh
Perfectly shared the story from Hard and rough days to becoming more comfortable with the Pandemic. I hope you and your family get good health. Stay strong and Enjoy family time.
Thank you for taking the time to read to us. A hug.
🤗🤗