Two weeks after the arrival of They Call Me Olaf and his warriors in the village, the job was done. Men, women and children had attended the talks of what was considered the most peaceful Viking of his time. His speciality, convincing with words, had endeared him to all the villages They Call Me Olaf had invaded. These people were so grateful after understanding the workings of Hive's decentralised blockchain that they handed over all their goods and treasures to the invaders without having to fight.
That last peaceful invasion was a bit special, it had taken a bit longer than They Call Me Olaf had originally thought. The date of his birthday had come and gone. He would not make it in time to celebrate with his family. The Viking was convinced that his wife, @gabbygoldenxo , would be worried about her husband's delay, perhaps angry that her beloved had preferred strangers to celebrate his birthday.
While They Call Me Olaf was warming his head with his thoughts, his wife was busy sending out the invitations for the surprise party she had prepared. Sure enough, members of all Hive communities confirmed their attendance at the birthday party and rushed to the family's Viking mansion as soon as possible in order to arrive in time to be present when They Call Me Olaf returned to celebrate his 36th birthday.
By the way, the party was a real Viking party that was talked about beyond the Middle Ages.
Happy birthday @theycallmedan
(viking image created with ChatGPT and modified with PicsArt)
(Image from Wikipedia modified with PicsArt)
Dos semanas después de la llegada de They Call Me Olaf y sus guerreros a la aldea, el trabajo estaba hecho. Hombres, mujeres y niños habían asistido a las charlas del que era considerado el vikingo más pacífico de su momento. Su especialidad, convencer con la palabra, le había otorgado la simpatía de todos los pueblos que They Call Me Olaf había invadido. Estas gentes quedaban tan agradecidas después de entender el funcionamiento de la blockchain descentralizada de Hive, que entregaban todos sus bienes y tesoros a los a los invasores sin necesidad de luchar.
Aquella última invasión pacífica era un tanto especial, había tomado algo más tiempo del que They Call Me Olaf había pensado en un principio. La fecha de su cumpleaños se había echado encima. No llegaría a tiempo de celebrarlo con su familia. El vikingo estaba convencido de que su mujer, @gabbygoldenxo , estaría preocupada por el retraso de su marido, quizá enfadada pensando que su amado había preferido a unos desconocidos para celebrar su cumpleaños.
Mientras They Call Me Olaf se calentaba la cabeza con sus pensamientos, su mujer andaba muy ocupada enviando las invitaciones para la fiesta sorpresa que había preparado. Como no podía ser de otra forma, miembros de todas las comunidades de Hive confirmaron su asistencia a la fiesta de cumpleaños y se apresuraron a llegar cuanto antes a la mansión vikinga de la familia con el propósito de llegar a tiempo para estar presentes cuando They Call Me Olaf regresara para celebrar su 36 cumpleaños.
Por cierto, la fiesta fue una auténtica fiesta vikinga de la que se habló más allá de la Edad Media
Esa fiesta estuvo muy buena según cuentas las leyendas. Saludos 👋